Una pesadilla para los pacientes

VIGO

A estas alturas nadie niega el trastorno que las obras de humanización han supuesto para los pacientes de Povisa, obligados a hacer todo tipo de piruetas para llegar al centro

03 nov 2009 . Actualizado a las 10:39 h.

Si en algo están de acuerdo usuarios y vecinos del entorno de Povisa es en que la zona pedía a gritos un cambio de imagen y en que las obras supusieron un auténtico calvario.

El hecho de querer finalizarlas cuantos antes convirtió este espacio en el escenario de una batalla campal.

Los sufridores, las más de cinco mil personas que a diario circulan por las inmediaciones del hospital. Los conductores de ambulancias se vieron obligados a aparcar de cualquier forma entre polvo y escombros, una receta poco recomendable para algunos de los enfermos que portaban en las camillas.

La incursión no resultaba mucho más agradable si el acceso se hacía a pie. En este caso las personas mayores o con dificultades para caminar llevaban las de perder. Sus quejas apuntaban al peligro de la calzada, al temor de dar un traspiés y acabar con sus huesos en el suelo.

En más de una ocasión se ha podido ver a enfermos trasladados por la calle en silla de ruedas al convertirse esta en la fórmula más rápida.

Otras veces las ambulancias se veían obligadas a superar los atascos y a aparcar en Tarragona mientras los accesos a urgencias por Barcelona se descongestionaban.

Los representantes de las personas discapacitadas exigieron que las humanizaciones respetasen sus plazas y recordaban que la ley contemplaba la habilitación de espacios alternativos mientras se llevaban a cabo las obras.

Durante los trabajos llegaron a dejarse incomunicados dos días garajes de unos doscientos usuarios como sucedió en la calle Salamanca.

Todo esto y más tuvieron que soportar vecinos, pacientes y trabajadores de Povisa para conseguir una cara distinta del barrio con aceras más anchas, iluminación nueva y arbolado.

La contrapartida son menos plazas de estacionamiento en superficie, compensadas posteriormente con un nuevo aparcamiento subterráneo en las inmediaciones.