La batalla de los «300»

VIGO

12 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No se habla de otra cosa que de los «300». Que no se trata de los espartanos que, a las órdenes de Leónidas, perecieron en las Termópilas ante los Diez Mil Inmortales de Jerjes. Lo de estos «300» nada tiene que ver ni con Heródoto ni con el cómic creado por Frank Miller. La cosa es más prosaica, pero tiene a miles de vigueses en armas.

Porque «300» son los euros que el Concello de Vigo está cobrando, incluso por la vía de embargo, a todos los ciudadanos que se pasan algunos minutos de las dos horas de estacionamiento máximo en plazas de la ORA, actualmente conocida como XER.

La cifra, claro, parece exagerada. Si por no poner un tícket de 50 céntimos, te cobran 300 euros, la multa es seiscientas veces el importe de lo defraudado. Pero el asunto tiene truco.

Las multas de aparcamiento son, en realidad, de 45 euros por carecer de ticket y de 30, por superar el tiempo máximo permitido. El problema llega después. Porque, posteriormente, el Concello envía al domicilio del dueño del vehículo una carta en la que le pide que identifique al conductor. Son legión los ciudadanos que no responden a estas misivas, en muchos casos porque, hasta el pasado año, las multas apenas llegaban.

El caso es que, si no identificas al conductor, incurres en una infracción grave, castigada con 300 euros del ala. El resultado es que, por un hecho menor, como es el de pasarte algunos minutos de lo pagado en el ticket, lo que apenas supondría unos céntimos, terminas por pagar un Potosí.

Quede claro que no escribo estas líneas desde el rencor. Como siempre voy en moto, aún en los días de Diluvio Universal como estos últimos, no tengo la experiencia de los «300». Pero llevo un par de semanas escuchando los calificativos, en forma de diatribas y alaridos, que profieren los muchos a los que les llega esta estupenda sorpresa del Ayuntamiento, extendida en forma de receta, suponemos que contra la crisis.

Como Vigo no tiene término medio, hasta hace un año no se cobraban las multas por la ORA. Problemas burocráticos y jurídicos lo impedían. Ahora, se cobran todas. La concesionaria Dornier, encargada de gestionar las sanciones, tramitó en 2008 nada menos que 140.000 denuncias de la XER, frente a las 1.500 que giró en 2007.

La capacidad para cobrar sanciones se ha multiplicado por cien. Lo que, unido al truco de la identificación del conductor, que multiplica la multa por diez, hace que el Concello recauda mil veces más que antes.

Ganas dan de coger la lanza y salir a luchar al desfiladero de la praza do Rei. Pero nos va a quedar aguantarnos y ser más cuidadosos aparcando. Esto, y seguir pensando en lo eficaz que es el Ayuntamiento cuando quiere. Ya nos gustaría que todo funcionase tan bien como cuando se trata de cobrar multas y recaudar.