Guixar, un barrio muy deteriorado

VIGO

Las naves abandonadas de Teis no sólo constituyen un peligro para los curiosos que se adentran en ellas, sino que se han convertido en focos de suciedad y de ratas

21 may 2009 . Actualizado a las 11:22 h.

Una rata marrón hermosa aparece fotografiada en la pantalla del teléfono móvil de Isaac Alonso, un vendedor que habita en un ático de la calle Julián Estévez. «La vi corriendo por la terraza, me quedé alucinado ». Debajo de la casa de Isaac se semilevanta una nave abandonada Apenas la chimenea y parte de la estructura se mantienen en pie.

En el barrio de Guixar las coquetas viviendas de nueva planta y magníficas vistas a la ría se entremezclan con solares en ruinas y fábricas abandonadas. Está previsto que la zona sufra una remodelación profunda. Pero, mientras no aparecen las excavadoras, el peligro subsiste para los escolares y viandantes que caminan junto a viejos muros o que se juegan la vida con los coches. Las humanizaciones todavía no han llegado a Julián Estévez, aunque lo harán el próximo año, según anunció el alcalde. El ensanchamiento de las aceras sólo beneficia, de momento, a Sanjurjo Badía.

En la calle Julián Estévez vive Juan Manuel Lama, un sevillano que lleva apenas tres meses en Vigo. «Mi empresa quebró y nos vinimos porque mi mujer es de aquí». Juan Manuel reclama que se mejore la calle porque «salgo a hacer footing por las tardes y las aceras son tan estrechas que no hay sitio suficiente para correr». El recién llegado es padre de un hijo de tres años y no hay un lugar cerca para jugar. «A ver si construyen un parque».

Adriana no tiene tres años, sino tres meses. Por lo menos eso es lo que aparenta sonriendo dentro de su capazo. Callejeando, su abuela, a veces, no encuentra aceras para que el carrito circule con seguridad. «Guixar es un desastre», se lamenta María del Carmen Díaz.

Parque

En la rúa Santa Tegra, por ejemplo, solamente hay acera en uno de los lados de la calle, precisamente en el que menos se usa porque linda con la valla de los terrenos de la antigua Campsa. El espacio se utiliza actualmente para almacenar contenedores. En un futuro se convertirá en una urbanización con una gran parque. Eso es lo que han les han contado a los vecinos. Muchos no lo verán.