Preparándose para recibir a Don Carnal

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

06 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Que, en el román paladino de Gonzalo de Berceo, no es otra cosa que maquillaje de fantasía. Pues eso, que la proximidad de Carnaval propicia el menudeo de talleres de máscaras, disfraces y demás aditamentos propios de las transgresoras fiestas.

El Banco de Tiempo no para de ganar adeptos (adeptas sería más correcto), dispuestos a ofrecer precisamente eso, su tiempo, amén de sus conocimientos, al servicio de quien pueda necesitarlos. Eso fue lo que hizo ayer Eva Elorrieta. Esta políglota licenciada en Políticas que, por necesidades del guión, ejerce de gestora de viviendas protegidas, aprendió los secretos del maquillaje en Segovia.

Los más básicos se los transmitió ayer a un puñado de alumnas. Entre otras, a Marisa Domínguez y a María Jesús Lozano que, además de compartir su cualidad de funcionarias, comparten sus ganas de saber un poco de casi todo, como demuestra el hecho de que han participado antes en clases de mecánica del automóvil, de reparaciones domésticas... Y de lo que haga falta.

Como mandan las bases de tan especial Banco, los créditos que en él se conceden son de un bien tan vital como el dinero, el tiempo. Y eso es lo que ponen Marisa y María Jesús a disposición de los socios. La primera está dispuesta a hacer de payaso en fiestas infantiles, en tanto la segunda se ofrece para ejercer de mecanógrafa o de acompañante a la hora de ir al cine. «También sé coser», afirma. Lo cierto es que, mientras esperan que surja su momento crediticio, se preparan para recibir a Don Carnal. Está a la vuelta de la esquina.

El responsable de la bien surtida bodega del restaurante del Club Financiero acaba de tomar de manos de Xoán Cannas el testigo de la presidencia de la Asociación Gallega de Sumilleres.

Consciente de que le aguarda un duro trabajo -«queremos revitalizar la entidad y normalizar relaciones con la que dirige en A Coruña Xurxo Rivas»-, se ha rodeado de un grupo de colegas dispuestos a arrimar el hombro. Es el caso de José Antonio Portela (Vinus y brindis), Pedro Villamarín (Pazo de Mendoza), Óscar Cidanes (Esteban), Gloria Marino (Balneario de Mondariz), Carlos González (El Canario), Mónica Alonso (Casa Samaniego) y Marina Cruces (Vinoteca de García).

Entusiasmado, como es normal en él, David me cuenta al otro lado del teléfono que lo que sobran son ideas. La primera hacerse una marca como asociación. Están convencidos de que el camino para lograrlo pasa por disponer de sede propia, programar acciones formativas y organizar catas periódicas. Para empezar. Cuenta también que lo de la sede está en marcha (ya se han puesto en contacto con el Concello), igual que lo de las catas. La primera será este mes.

Los protagonistas serán albariños de hasta cinco años. En concreto los que obtuvieron las mejores puntuaciones en la cata de añadas realizada en Madrid Fusión. Y como lo de la normalización de relaciones Norte-Sur no quieren posponerlo, antes de que remate febrero las respectivas directivas se verán las caras en Santiago. Si lo que no haga el diálogo y un buen vino...

La ciudad recibió ayer con especial tristeza la noticia de la muerte de Julia García Valdecasas, Julita la llaman allí casi todos. Y es que la que fuera primera ministra de Administraciones Públicas no se perdía un verano en Tui, donde sus padres tuvieron siempre casa, precisamente la que ella heredaría más tarde.

El pasado verano ya era consciente de que sería el último, tal vez por eso fueron unas vacaciones especiales. Tal era la vinculación de la familia con Tui que Xabier Añoveros, su marido, fue el pasado año el pregonero de San Telmo, tarea que Julia ya había ejercido hace una década por aclamación.