El buque insignia del sector en Galicia celebra sus bodas de plata con una salud envidiable y apuesta por la agricultura para sortear la crisis en O Baixo Miño
27 ene 2009 . Actualizado a las 12:00 h.¿Quién no ha comprado, recibido o enviado alguna vez un ramo de flores o una bonita planta? Es mucho más difícil encontrarse a personas que se las regalen a sí mismas y, sin embargo, los efectos positivos son obvios. Especialmente en tiempo de crisis y por doble motivo en el caso de O Baixo Miño.
El primero, más evidente «porque es un estímulo, no un lujo: un ser vivo que te da color a la vida y la comparte contigo». Como valor añadido, es una apuesta para combatir la recesión, generando nuevos puestos de empleo en una comarca con un potencial irrefutable.
Una alternativa que los datos del desempleo interanual de Traballo ya apunta porque, aunque, el paro se ha incrementado en diez puntos por encima de la media, en el sector de la agricultura se registra un pico positivo. Son datos, estadísticas y previsiones que conocen bien los responsables de Pycflorga, el principal grupo gallego de comercialización de flor, planta y accesorios para el sector, que estos días celebra sus bodas de plata con una salud de hierro.
El presidente del grupo Onusa (integrado por once empresas y sociedades dedicadas a la floricultura, las plantas y la construcción), Fernando Otero, confirmaba ayer que Pycflorga «no solo no va a reducir personal sino que sigue creando empleo». En su 25 cumpleaños, la firma se ha convertido en el auténtico flower power del sector en Galicia.
Perspectiva
Su fórmula, explica, es haber sabido «adaptarse a las necesidades del cliente, palpando los cambios sociales y un sistema logístico especializado en flores y plantas».
Una trayectoria que le faculta para analizar en primera persona los efectos de la crisis en la comarca y sus potenciales para superarla.
Los peores presagios para la construcción. «Habrá muchosdespidos porque no hay ventas; vamos a pasar por unos años muy difíciles que aguantarán mejor las compañías que han comprado propiedades antes del 2005 y que tengan un pulmón financiero».
Las posibilidades de futuro regresan al campo «que no a la agricultura local». «Este sector podría ser el colchón para superar la crisis en la comarca de O Baixo Miño si se diseñara un plan conjunto entre las administraciones y las grandes comercializadoras», apunta Fernando Otero.
Sus condiciones naturales la validan, «prácticamente se da de todo, por sus temperaturas suaves, mucha luminosidad y buena humedad ambiente». Desde su posición, da «un pequeño tirón de orejas a la administración, porque si dedicara una pequeña parte de las cifras con las que apoya a otros sectores a la agricultura, habría muchos más empresarios y empleos».