«Solo soy Bob Dylan cuando tengo que ser Bob Dylan»

J. L.

VIGO

24 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«No soy el portavoz de nadie, solo soy un músico», respondió en una ocasión Bob Dylan para rechazar la idea de ser abanderado de cualquier posición diferente a la que él ocupa en su presente. Durante muchos años tuvo que soportar esa cruz, llegando a crear sus propias estrategias para huir. Las aplicó cuando le endiosaron los folkis norteamericanos, y las sigue poniendo en práctica para gozar de su privacidad.

Con la prensa mantiene un pulso para evitar cualquier alusión a su vida privada. En su reciente gira latinoamericana empleó varios trucos para pasar desapercibido. En Rosario, Argentina, anunciaron que llegaría en su jet privado, pero dio el esquinazo, empleando dos vehículos. Viajó desde Buenos Aires en un Mercedes, pero a medio camino se cambio a un todoterreno.

«No habla con nadie, pero solo es porque es introvertido, no porque sea mala persona», dijo posteriormente uno de los responsables de la logística del concierto.

«Yo solo soy Bob Dylan cuando tengo que ser Bob Dylan. La mayor parte del tiempo quiero ser yo mismo. Bob Dylan nunca piensa sobre Bob Dylan. Yo no pienso en mí mismo como Bob Dylan. Es como dijo Rimbaud: Yo soy el otro», afirmó en 1985. Y al otro le gusta gozar de la vida como a cualquier cristiano, sin preocuparse de que alguien le sigue a todas las partes. Por ello, se dio un paseo en bicicleta disfrazado de mujer por el balneario uruguayo de Punta del Este, según informaron posteriormente los organizadores del concierto. O en Ciudad de México, que acudió a un gimnasio de barrio, donde sabía que no sería reconocido, para practica boxeo.

A Vigo llegará el jueves 26 de junio. La organización no ha querido desvelar en que hotel se hospedará, pero todo indica que seguirá los pasos de Lenny Kravitz, en un hotel de cinco estrellas de Alcabre. Como ha hecho en otros puntos de la gira, exigirá a la dirección total discreción.

Segunda visita

Hace cuatro años, Bob Dylan se hospedó en otro hotel de la ciudad de Vigo, en una jornada de descanso entre los conciertos que dio en Santiago de Compostela y Vilar de Mouros. Entonces, algunos creyeron ver al músico norteamericano paseando por el centro de la ciudad. Incluso, hubo quien creyó reconocerlo, haciéndose fotos ante el Sireno.

Si la escena fue cierta, quizá le gustó el aspecto de esfinge que creó Leiro, una imagen que muchos han asociado con el propio Bob Dylan, hombre poco dado a la comunicación con su público, salvo si alguna mujer le sorprende por su belleza. Ocurrió en Sao Paulo. Una hermosa brasileña logró salvar las medidas de seguridad y subirse al escenario. Una vez que fue retirada, y concluyese la canción que interpretaba, Bob Dylan se dirigió al público: «¿Dónde se fue? Le quiero dar mi sombrero. No dejen que se vaya». Las crónicas no dicen si Dylan logró regalarle el sombrero a la mujer.

Así que todo puede ocurrir, pero lo único cierto es que, el 26 y el 27 de junio, Bob Dylan estará en la ciudad. Por fin, el tour sin fin llegará a Vigo para deleite de muchos.