El «boi» no puede con la vaca loca

L.C.S.

VIGO

Comercializadores, puntos de venta de pescaderías y restauradores de Vigo no han notado la enfermedad del vacuno en las ventas, aunque sí la caída general del consumo

10 abr 2008 . Actualizado a las 11:33 h.

La mitad del mundo no podrá comprender qué puede ocurrir en este momento con el llamado mal de las vacas locas, por la sencilla razón de que no come carne de vacuno. Pero quizá Vigo, el primer puerto pesquero para consumo humano del mundo -con casi 800.000 toneladas anuales frescas, congeladas y en salazón- podrá rascar algo donde a otros les pica. Para ser fiel a sí mismo, sin embargo, el mercado vigués, de momento, no ha notado el impacto por el hecho de que se hayan detectado en España dos nuevos casos de muerte por el mal de las vacas locas -básicamente debido a las consecuencias de una alimentación basada en vísceras de sus propios congéneres- y no ha basculado hacia el consumo de pescado u otras carnes y abandonado, de momento, el de ternera.

Desde la primera fase de comercialización del pescado explican que «no se ha notado el tema de la carne, ni en el precio ni en el aumento de la demanda, pero no puedo decir que no pase de aquí a unos días si se producen más casos; esta claro que va a repercutir en otros alimentos el hecho de que esta enfermedad se note más, pero lo cierto es que sería extraño, por no decir imposible, que pasase al mercado y a los consumidores, porque los casos de los que hablan es de cuando no existían los controles actuales». Esto lo dice un comercializador de pescado del puerto de O Berbés, en Vigo. Y añade: «Yo soy un consumidor como cualquiera, y aunque lleve pescado desde mi empresa, mi esposa va al mercado a comprar otros alimentos».

Desde los mercados centrales de Vigo, el mensaje es similar: «Podemos decir que, por el momento, no se ha notado ni el aumento del consumo de pescado ni el descenso de carne, ni hacia un lado ni hacia otro, a casua de lo del tema de las vacas locas; pero lo cierto es que es el tema de conversación desde hace varios días entre muchos de los vendedores y propietarios de los puertos en los mercados y en los puestos de venta en la ciudad; en resumen, podría decirse que la situación es de expectación total sobre lo que pueda ocurrir, pero es verdad que hay una cierta sensación de temor general».

Los restaurantes

Desde el sector de la restauración local, la situación generada por los nuevos casos de las vacas locas se han transformado en un elemento más de queja por la bajada de clientela. Es decir, no es que haya empezado a significarse menos el consumo de carne por estos casos puntuales, sino que ya se añaden en cascada a la paulatina caída del consumo en el sector, debido, a la crisis económica, sea o no real, o sea o no aparente en los bolsillos de los ciudadanos. La crisis sí parece real según todos los indicadores económicos desde todos los puntos de vista, y también se empieza a notar ebn el consumo general en la ciudad. «El sector de restauración nota que el consumo es mucho menor, y somos un buen indicador de la economía doméstica por así decirlo; si hay dinero, las personas salen a cenar o a comer, pero hemos notado un bajón importante en los últimos meses, y no hablemos ya desde el día 15 en adelante».