Y se hizo la luz en Filgueira

L.Míguez

VIGO

Tras años de abandono, la última reunión de los vecinos con el Adif apunta a que a lo largo del 2008 se iluminará y adecentará una de las paradas de tren de Crecente

02 abr 2008 . Actualizado a las 11:40 h.

El siglo XXI llegará al apeadero de Filgueira con siete años de retraso. Cuando el mundo debatió sobre el efecto 2000, en esta parroquia de Crecente los usuarios del tren no tenían luz. Ni paneles informativos con los horarios, ni rotulaciones, ni bancos, ni papeleras... y un largo ni del que ahora han tomado testigo miembros de la recién creada asociación vecinal de la zona.

Preocupados por el abandono que sufre desde hace años, los jóvenes que integran la agrupación han insistido en las últimas semanas para cambiar las cosas y parece que podrán conseguirlo este año.

Así se lo han comunicado en la reunión que tuvieron el lunes con responsables de Adif, donde se les avisó de que se colocarían de forma inmediata tres puntos de luz en la zona, dos en el exterior y uno en el interior. De este modo los usuarios no tendrán que echar mano de la adivinación cuando tomen el tren de las 21.00 horas en invierno.

Fechas

Pese a que en el momento no se dieron fechas de ninguna reforma más, la empresa titular de las estaciones ha asegurado hoy que en el plan de inversiones del 2008 está previsto acometer las obras de rehabilitación del edificio de viajeros y el recrecido de los andenes, «para facilitar y mejorar el acceso de los usuarios a los servicios de la estación», según apuntan desde la gerencia operativa de León.

Con esta medida la asociación vecinal espera que Filgueira empiece a contar con un apeadero digno de la parroquia y que acoge todos los días seis trenes, tres de ellos en dirección a Ourense y otros tres en dirección a Vigo a las 9.00, 16.00 y las 21.00 horas aproximadamente.

La remodelación incluirá un lugar donde sentarse en la estación, paneles estáticos con los horarios de los trenes y la adecuada rotulación en la fachada del apeadero.

Unos cambios necesarios para mejorar el aspecto actual, del que la empresa no quiere que se tenga constancia ya que deniega la posibilidad de realizar fotografías de los problemas que existen en el apeadero.