La CIG defenderá a 49 de los 56 trabajadores de Marbar que ayer firmaron un poder notarial en A Guarda que les permita ser representados a todos los efectos legales por la asesoría jurídica del sindicato nacionalista. Los operarios restantes son cinco de A Cañiza que se han descolgado de las reivindicaciones y el propio hijo del empresario, Marcos Martínez, que era un empleado más del grupo constructor. Los responsables de la CIG agradecieron la colaboración de la notaría de A Guarda, que en solidaridad con los afectados no cobró los honorarios por la gestión. De esta manera, los trabajadores siguen adelante con la idea de plantear una demanda colectiva por despido improcedente y conseguir el embargo de los bienes para lograr ser indemnizados. Ésa fue su respuesta a la propuesta del hijo del dueño de llevar a cabo un plan de viabilidad de la empresa. Los empleados afectados no creen que a estas alturas Marbar tenga salvación, ni mucho menos de un joven que carece de formación y de experiencia necesaria en gestión empresarial. La CIG ultima el acopio de documentación para presentar la demanda esta semana.