«Con los temas de ruido se actúa en Vigo como en la época medieval»

VIGO

13 dic 2007 . Actualizado a las 12:18 h.

«Con los temas de ruido se actúa en Vigo un poco como en la época medieval, hay un reino de taifas, se emplea el ordeno y mando y lo contrario a esto sería cumplo y hago cumplir la ley».

Así de contundente y sin pelos en la lengua se expresó ayer a su paso por la ciudad Ignacio Sáenz de Cosculluela, presidente de la Plataforma Estatal de Asociaciones contra el Ruido y Actividades Molestas.

Acto seguido criticó el «caciquismo increíble» existente en la ciudad y recordó que la primera obligación del alcalde es cumplir con sus ordenanzas. «Si las incumple prevarica, va a los tribunales y es condenado», añadió.

Como ejemplo, citó las condenas que ya han recibido varios alcaldes por dejación de funciones. Sin ir más lejos, al de Zaragoza la asociacion de Cosculluela le ha ganado recientemente un contencioso, lo que obligará a Juan Alberto Belloch a indemnizar a los afectados con 368.000 euros.

Ordenanzas

El presidente de la plataforma advirtió que «cuando un político no hace caso a las normas y hace lo que quiere por intereses, está engañando a los ciudadanos y actúa como un señor feudal».

Entiende que si tan difícil le resulta a un alcalde cumplir las ordenanzas, debe dejar la política. Además, añadió, no es ninguna excusa para dejar de cumplirlas porque también es muy difícil cobrar los impuestos y, sin embargo, los cobran todos. Es precisamente en ese grado de cumplimiento en el que, a su juicio, se aprecia si realmente se es demócrata, algo de lo que todo el mundo presume.

Recordó que la ordenanza municipal tiene que adaptarse a la Ley de ruido publicada en el BOE el pasado 23 de octubre, al ser ésta de rango superior. De no ser así, el paso siguiente será exigir responsabilidades.

Según esta ley, los decibelios permitidos en la calle a partir de las 22.00 horas no pueden exceder de 55. Si se trata de estancias el límite se fija en 35 y en caso de los dormitorios, en 30.

Cosculluela es consciente de que la problemática del ruido no figura en la agenda de ningún político y que, ante tal panorama, el ciudadano español se amolda a todo, no hay conciencia.

Una situación bien diferente a la que se vive en algunos países nórdicos, en los que se llega a prohibir andar con tacones en casa a partir de las diez de la noche.

Pese a que el mayor productor de ruido es en general el tráfico, la mayoría de las denuncias proceden del ocio nocturno por producirse durante las horas de descanso, un factor decisivo.

Ignacio Sáenz reconoció que el botellón ha incrementado la contaminación acústica por ocio y retó a que alguien le diga un aspecto positivo de este nuevo fenómeno.

Los comas etílicos o los casos de alcoholismo entre jóvenes entre 20 y 25 años son otras de las consecuencias ajenas al ruido.

Se da la circunstancia de que en ciudades como Sevilla, donde se ha creado un botellódromo, los jóvenes se reúnen fuera del recinto. Es partidario de decir no a algunas cosas y de que los políticos pongan orden sin que ello signifique criminalizar a nadie.