Navidades bien acompañados

VIGO

XOÁN CARLOS GIL

Reportaje | Convivencia de la tercera edad Un total de 150 pensionistas mayores de 65 años no están solos durante estas fechas gracias al programa «Xuntos polo Nadal», que se lleva a cabo en Nigrán

29 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Viven sólos durante todo el año, pero al menos en estas fechas pueden estar acompañados gracias al programa «Xuntos polo Nadal», que subvenciona la consellería de Bienestar Social. Las 150 personas de la tercera edad que participan en esta iniciativa llegaron el pasado día 23 a la residencia de tiempo libre de Patos y permanecerán alojados en este lugar hasta después de la comida de año nuevo. Muchos ya se conocen porque llevan años participando en el programa y forman una gran familia. «De aquí han salido hasta matrimonios», comenta Juan Collantes que, junto con Dolores Núñez, son los dos animadores que están pendientes durante las 24 horas del día de que los beneficiarios estén siempre bien antendidos. Les falta tiempo para aburrirse porque siempre hay algo que hacer. Talleres de manualidades, excursiones por el entorno, asistir a obras de teatro y muchas más actividades llenan las horas del día desde que se levantan hasta que se acuestan, comenta el director del centro, Alfredo Sala, que ayer hizo de anfitrión durante la visita que realizó la secretaria xeral de Bienestar Social, María Jesús Lago. El pasado jueves pasaron el día en Valença do Miño y mañana domingo dedicarán el día a conocer la comarca de O Val Miñor. El último día de la semana también recibirán la visita de la coral Estela Maris de Nigrán, que les brindará un recital de música popular. Pero una de las actividades que más agradecen los mayores son los bailes que se organizan cada dos días, a modo de entrenamiento para el gran cotillón que celebrarán después de comer las uvas la noche de mañana y de brindar por un nuevo año. Buen trato La mayoría coincide en el excelente trato que están recibiendo por parte de la administración y de los empleados del centro. La cena de Navidad fue digna de cualquier hogar, no faltó el marisco ni el bacalao. Para la noche del 31 y el año nuevo también tienen preparados menus especiales que salen de una cocina que se esmera para que los comensales estén a gusto durante estas fechas. Los participantes proceden todos de diferentes municipios de Pontevedra y de A Coruña. Otros 150 personas de la tercera edad de Lugo y de Ourense viven una experiencia similar en la residencia de Carballiño. De esta forma pueden pasar las navidades sin resignarse a tener que poner un sólo plato en la mesa o a no poder felicitar a nadie las fiestas. Ninguno ha elegido la soledad como forma de vida. El destino les ha llevado a esa situación, bien porque han fallecido sus seres queridos, o bien porque no se llevan bien con ellos. Cada uno tiene su propia historia. «Yo fui una mujer maltratada y comencé a vivir después de que falleciera mi marido hace 30 años, desde entonces trato de no desaprovechar ninguna ocasión para disfrutar de la vida y por eso estoy aquí», comenta una mujer de Ferrol de 83 años. Otra anciana dice que tiene hijos, nietos y biznietos, pero prefiere pasar las Navidades en Patos. Mañana pasarán su última noche en la residencia y brindarán por volver a verse las caras el año que viene, antes de que vuelvan a ser trasladados hasta sus lugares de origen.