Y el puerto fue centro de ocio

VIGO

ÓSCAR VÁZQUEZ

Reportaje | La exposición Vento e Vapor y la carpa Ruando El Club Náutico se convirtió en un pabellón de deportes para niños y no tan niños mientras en la Estación Marítima se pueden visitar maquetas de trenes y barcos

14 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?Si Luis Aragonés busca un sustituto a Raúl ya lo tiene aquí», comenta orgulloso el padre de un chaval, Vicente, que apenas levanta tres palmos del suelo, y que no se cansa de endilgar un gol tras otro en una de las porterías habilitadas en la carpa Ruando, una especie de pabellón de deportes situado en el Real Club Náutico de Vigo. Un centro de ocio en el que se puede practicar varios deportes: fútbol sala, baloncesto, bádminton y voleibol. Los más pequeños pueden pintar en la guardería situada a la entrada del recinto. La carpa, con una extensión de 6.000 metros cuadrados, alberga los deportes de moda y dispone de todas las comodidades para que los niños puedan disfrutar de una jornada agradable en compañía de sus padres, muchos de los cuales quisieron emular a los grandes ídolos del balón. Alguna madre también tuvo arrestos para participar en la fiesta y se enfundó un peto de color para situarse bajos los palos a lo Pinto, aunque con un resultado dispar. Sol y tradición El día de ayer fue especialmente soleado y caluroso, lo que invitó a muchas personas a practicar deportes fuera de la carpa. Así, la organización ofertó juegos tradicionales como la rana o chave. También se pusieron a disposición de los pequeños grandes colchonetas para realizar saltos o intentar meter algún gol por las rendijas habilitadas. Zonas de avituallamiento y chavales en monociclo completan la oferta deportiva del Real Club Náutico de Vigo. Pero la cosa no acaba aquí. A cien metros de allí, en la Estación Marítima del puerto se lleva celebrando a lo largo de la semana la exposición: Vento e vapor, cen anos de traballo e lecer en Vigo, uno de los actos culturales que engloba la Semana Caixanova del Atlántico. La muestra, que se celebra en el primer piso del edificio portuario, es mucho más relajada, pero no por ello menos interesante. Los reyes de la exposición son dos enormes maquetas de trenes de diversas épocas, cortesía de la Asociación Amigos del Ferrocarril, a las que hay que añadirles tres simuladores para maquinistas; desde las antiguas máquinas de vapor (el visitante puede manipular la locomotora del lujoso Orient Express ), hasta el más moderno de los convoyes eléctricos. Por su parte, la vela está representada por una gamela, Coruxeira , así como otros barcos de recreo más modernos, que se utilizan en las regatas. También hay una piscina que contiene tres réplicas de veleros por control remoto, delicia de los pequeños y no tan pequeños. La muestra ofrece un simulador de veleros y los mecanismos más modernos de seguimiento náutico, los GPS. Al finalizar la visita a la exposición en honor a José Elduayen Gorriti, que en 1881 logró unir por ferrocarril Vigo y Ourense, muchas familias optaron por darse un paseo por el mercado de A Pedra y comprarse una camiseta de Armani o un bolso de Carolina Herrera en el top-manta por 40 euros (regateando, claro), antes de ir a degustar una buena ración de ostras en uno de los restaurantes de la zona.