La Mirilla
16 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?na acalorada Pontevedra estrenó ayer con todo brillo su templo cultural más vanguardista y espacioso en pleno centro de la ciudad. Los Reyes presidieron la inauguración de la nueva sede de Caixanova diseñada por César Portela, que ha hecho del antiguo inmueble una exhibición de cómo aunar tradición y modernidad. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, sus antecesores, Manuel Fraga y Gerardo Fernández Albor; la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino; la ministra de Pesca, Elena Espinosa; el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras; el alcalde, Fernández Lores y un largo etcétera de personalidades del mundo de la política, la empresa y la cultura, fueron algunos de los ilustres invitados por el presidente de la entidad, Julio Fernández Gayoso. «Hoy, en Pontevedra, cobra vida otro de los proyectos más significativos de la obra social de Caixanova en estos comienzos del siglo XXI», subrayó Fernández Gayoso, tras agradecer a sus Majestades «que nos vuelvan a honrar con su presencia». A su llegada, Don Juan Carlos y Doña Sofía, fueron recibidos por los vítores y los aplausos de varios cientos de pontevedreses que no se quisieron perder la visita real, que continuará hoy con su presencia en la Escuela Naval de Marín. El ex presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que estuvo en todo momento acompañado por la ex ministra de Sanidad, Ana Pastor, rivalizó en cariño popular con el alcalde de Pontevedra y con el presidente Touriño. Más discreto pasó el vicepresidente Quintana y los cuatro conselleiros que también asistieron a la ceremonia. Además de las titulares de Cultura y de Pesca, así como de su homólogo de Economía, la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, tuvo la oportunidad de departir con el también arquitecto César Portela, con quien ha colaborado en varios proyectos, entre ellos en el inaugurado ayer. El escultor Francisco Leiro o el multifacético Antón Reixa también tuvieron ocasión de contemplar lo que Fernández Gayoso definió como «una plaza urbana cubierta, un espacio para el arte, un ágora». Además de representantes de toda la patronal gallega, como Fernández Alvariño, o el presidente de los constructores gallegos, Ángel Fernádez Presas, así como destacados empresarios, el acto contó con el glamur de personajes como la viuda del Nobel Camilo José Cela, Marina Castaño.Las concejalas de todos los grupos municipales, brillaron igualmente en una jornada para la que la Reina eligió un tono coral combinado con oro. Fue una reunión muy distendida la que mantuvo ayer la Reina con la directiva de la Asociación de Amigos y Amigas del Camino Portugués en el Parador de Turismo. En el encuentro, el colectivo hizo entrega a Doña Sofia de la insignia de oro de la asociación. Ser distinguida con tal documento sorprendió a Su Majestad, quien no dudó en señalar que sólo había cubierto un pequeño tramo de la ruta. «Vino a decir que le parecía mucho honor para tan poco camino», añadió el presidente de la asociación, quien precisó que con ambas distinciones «quisimos simbolizar que ella renovaba el carácter real del Camino. Los reyes que cubrieron esta ruta fueron Alfonso II, en el siglo IX, Felipe II y la reina Isabel de Portugal... Pero es que venían a Santiago caminando o en una montura porque no había otra manera. Alfonso XIII vino, pero no lo hizo andando. La única que lo hizo en los últimos tiempos fue precixamente ella, pudiendo haber venido como lo había hecho otras veces».