La Mirilla La Consellería de Innovación presentó ayer en el Instituto Santo Tomé los premios Galicia Innovación Júnior
13 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.No sólo con la música o el fútbol se consigue ser famoso. La capacidad de inventiva de los jóvenes también tiene su reconocimiento. El director general de Industria, Pedro Merino, presentó ayer, ante alumnos y profesores del Instituto Santo Tomé de Freixeiro de Vigo, la tercera edición del Premio Galicia Innovación Júnior, que está dirigido a los estudiantes de edades comprendidas entre los 12 y los 18 años (divididos en tres categorías). Los participantes tendrán que proyectar y desarrollar una idea que se traduzca en un nuevo producto. El jurado valorará la originalidad y la utilidad de los inventos. Los concursantes pueden solicitar las bases en todos los centros de educación secundaria gallegos. El plazo de presentación de ideas finalizará el próximo 31 de marzo. La Conselleira de Asuntos Sociais, Belén Prado, entregó ayer en Vigo los diplomas a los asistentes a los cursos de formación para trabajadores en activo, organizados por la Asociación Autónoma de Empresarios de Instalaciones y reparaciones Eléctricas de la Provincia de Pontevedra, Instalectra; y en los que participaron unos 600 alumnos. En su intervención previa a la entrega de las distinciones, la conselleira animó a los empresarios a incrementar su inversión en formación para incrementar la productividad. El Salón de Actos del Colegio Montecastelo de Vigo arropó ayer la presentación de la primera Semana de la Energía, acto que estuvo conducido por el director del centro educativo, Joaquín Pereira, acompañado por Gonzalo Herrero, Coordinador de la actividad, y el gerente de Faimevi (Fundación Axencia Municipal de Enerxía de Vigo), Bernardo Parajó, con quien se ha desarrollado la iniciativa. El objetivo de estas jornadas, que comienzan el día 17, es dar a conocer el correcto uso de la energía y concienciar a los alumnos del colegio, de su visión como un elemento natural que proporciona bienestar, pero también del alto coste que supone su derroche.