Entrevista | David Gil Porteiro El boca a boca es el principal medio de difusión de una profesión que en Vigo parece esconderse a ojos ajenos, aunque para David Gil es casi una forma de vida
06 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?l Presidente del Gobierno, Ágatha Ruiz de la Prada o Anita Obregón tienen algo en común que los hace diferentes al resto de los mortales: un entrenador personal. Algo que puede sonar muy «chic», pero que cada vez demanda más gente. David Gil lleva cerca de un año ejerciendo de entrenador personal en Vigo, una ciudad que cada vez se viste más a la moda. -Un entrenador personal es aquel que atiende especialmente a la persona en todo momento; desde el minuto uno hasta el sesenta está con ella. Es, en cierta medida, como un profesor particular que sabe un mucho de todo: anatomía, fisiología, ideas generales de nutrición, psicología... -¿Es quizá la profesión del siglo XXI? -Es una profesión que está de moda y que continuará en boga. Es la profesión del futuro porque la gente se preocupa cada vez más por su salud. -¿Es una alternativa al gimnasio? -Más bien un complemento, no se excluyen. -Hasta Aznar tiene entrenador personal... ¿hay que tener mucho dinero para poder disfrutar de una preparación en exclusividad? -No, porque supone una inversión a largo plazo. Se invierte en salud (risas). -¿Cuánto puede costar tener un entrenador personal? -Puede rondar entre los 20 y los 40 euros por sesión aproximadamente, aunque en Madrid y Barcelona, por ejemplo, cobran hasta 60 euros por clase. -¿Cuál suele ser el perfil de la gente que demanda estos servicios? -Múltiple. Yo he trabajado con Mazinho, Julia Vaquero y Chano Rodríguez, aunque normalmente te toca desde un ama de casa a un trabajador pasando por el sedentario más puro o incluso chavales. -Su objetivo... ¿cuál es? -Que la persona alcance sus propias metas. Es como si fuera un niño que vas encauzando mediante una educación hasta que adquiere unos hábitos sanos y ya puede manejarse por sí solo. -¿Qué hace cuando una persona «rompe el contrato»? -Pongo las cosas claras porque el que pierde es él, aunque nunca me ha pasado. -La gente que acude a usted, ¿es más por razones de físico que de salud? -Sí, porque la gente está muy obsesionada por su físico, aunque yo intento hacerles ver que una preparación de este estilo va en beneficio de muchos aspectos.