MIGUEL Á. RODRÍGUEZ REPORTAJE La posible privatización de la funeraria mixta abre incógnitas en Vigo
11 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Pondrá el Concello a la venta su 51% de acciones en la funeraria mixta Emorvisa?, ¿Quién querrá comprar un monopolio en declive?, ¿seguirá blindando el Concello el funcionamiento de los servicios mortuorios en favor de esta empresa? El proceso de privatización sugerido por el PSOE hace pocos días abre nuevas incógnitas sobre el futuro de la empresa más polémica creada desde el Ayuntamiento de Vigo. Un monopolio que vio la luz el 23 de junio de 1986, para el que el equipo de gobierno capitaneado por Manuel Soto y Carlos Príncipe planearon un blindaje que duraba hasta el año 2039. Más tarde, en 1996, el Gobierno central liberalizó el sector, y en marzo del 2000, el Tribunal Supremo cuestionó una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que aprobaba la municipalización del servicio funerario en Vigo. El Alto Tribunal español obliga ahora a su homólogo gallego a pronunciarse sobre el fondo del recurso interpuesto en 1986 contra el monopolio que se inventó el PSOE. En el Área Metropolitana de Vigo existen 30 empresas que prestan servicios mortuorios. Pero sólo una decena de ellas son auténticas sociedades de Pompas Fúnebres, con instalaciones propias y servicios de atención completos. Directa o indirectamente, el sector emplea en la zona a cerca de 2.000 familias. Lo paradójico de esta historia es que todas ellas subsisten de la riqueza generada en torno a la muerte. Cada año, una media de 5.000 fallecimientos en el sur de la provincia generan cerca de 1.500 millones de pesetas para estas empresas. De ellos, 800 se quedan en las arcas de Emorvisa, que llegó a ganar 362.000 pesetas netas al mes y facturar 66 millones cada treinta días. Desde que comenzó el acoso del resto de funerarias para romper su monopolio, la empresa entró en declive. Las cifras del último ejercicio demuestran una caída del 30% en sus beneficios. El Ayuntamiento, dando por perdida la batalla de la exclusividad, concedió dos licencias para el traslado de cadáveres fallecidos en Vigo a Pompas Fúnebres del Miñor y otra a Pompas Fúnebres del Atlántico. Ahora se plantea deshacerse de su mayoría de acciones en Emorvisa y privatizarla «al mejor postor». Dos tanatorios en Tui, dos en Baiona, uno en Ponteareas, otro en Arbo, uno en O Porriño, otro en Vigo y otro en Cangas conforman la flota de instalaciones mortuorias del sur de Pontevedra. A ellos se sumarán tres nuevos: uno en A Guarda, otro en Redondela y, el más polémico, y también el más importante, el de Pompas Fúnebres del Atlántico en Vigo. Ésta última empresa fue la que emprendió hace ya cinco años la mayor cruzada contra el monopolio funerario establecido en Vigo. Tardó dos años en obtener una licencia y ahora conseguirá inaugurar sus instalaciones (en la parroquia de Bembrive) a pocos meses de que el Concello inicie una privatización de Emorvisa que marcará el inicio de una mayor liberalización en el sector. Pero ¿será posible privatizar Emorvisa? De momento, la parte privada guarda un prudente silencio, pero advierte que si el Concello se decide a dar este paso solicitarán indemnizaciones millonarias para compensar la pérdida de su situación de privilegio hasta el año 2039, como inicialmente estaba previsto. En el Ayuntamiento, sin embargo, la Intervención municipal prepara ya un informe sobre la forma en que podría acometerse esta venta de acciones y el coste social y económico que supondría esta privatización. Este mismo año, habrá una decisión al respecto. El sector, mientras tanto, observa el resultado con escepticismo, sumido en un mar de incógnitas.