David Mella: el fútbol que imaginas

Jesús López

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

29 nov 2024 . Actualizado a las 17:09 h.

¿Cuántas veces habrá imaginado David Mella jugar en el estadio de Riazor? ¿Cuántas, hacer un control como el del gol anotado frente al Sporting? Y, sobre todo, ¿cuántas veces habrá practicado mentalmente su baile de celebración? Esto tiene mucho que ver con una habilidad llamada visualización.

Visualizar consiste en recrear situaciones en nuestra mente siguiendo una serie de pautas. Muchos deportistas de élite usan esta herramienta como ayuda para alcanzar su máximo rendimiento, pero también existen programas de entrenamiento dirigidos a otros profesionales como cirujanos o músicos. En mi caso, esta es una herramienta que utilizo con pacientes en rehabilitación por daño cerebral para ayudarles a recuperar la función. Pero, en realidad, todos la hemos utilizado en algún momento, sin ser conscientes de ello, cuando de niños soñábamos despiertos y nos veíamos anotando el tanto de la victoria o parando un penalti en el último minuto.

Cuando Mella se visualiza a sí mismo haciendo un regate o anotando un gol, su cerebro activa las mismas carreteras neuronales implicadas en la ejecución real de la acción. De esta forma, con la práctica, dichas carreteras se convierten en autopistas, y la ejecución mejora. Por eso, Simone Biles practica mentalmente su rutina antes de competir, o Carlos Alcaraz recrea sus golpes una y otra vez.

Aunque pueda sonarte un poco raro, nuestro cerebro no tiene la capacidad de distinguir lo que es real o imaginario, por lo que visualizarse realizando acciones exitosas, jugando con descaro y decisión, puede ayudar a Mella a ganar más confianza.

Además, David también puede visualizar soluciones a los problemas que le puedan surgir durante el partido, como la posibilidad de que su defensor sea más rápido que él, estando de esta forma mejor preparado para afrontar la competición.

Por ejemplo, en la final de 200 metros mariposa de Pekín 2008, Michael Phelps tuvo un pequeño problema. A mitad de carrera, sus gafas empezaron a filtrar agua, obligándole a nadar a ciegas. El resultado: oro olímpico y récord del mundo. Cuando le preguntaron sobre el inconveniente sufrido durante la prueba, su respuesta fue que había imaginado tantas veces la carrera y todo lo que podía suceder que sabía perfectamente las brazadas que tenía que dar si ocurría algo así. La visualización permite anticipar problemas y sus soluciones, aportando mayor seguridad al deportista.

Afortunadamente para todos los que somos aficionados del Dépor, a juzgar por su ejecución. David Mella dedica más tiempo a visualizarse anotando goles que a recrear los bailes de celebración.