Lágrimas y vítores hacia los dos iconos brasileños del Superdépor
05 ago 2023 . Actualizado a las 20:53 h.El deportivismo recordó que un día fue grande. Muy grande. Y lo hizo con la sola presencia de Bebeto y Mauro Silva, que emocionaron y se emocionaron en su reencuentro con Riazor. Las lágrimas corrían por las mejillas de los más veteranos, mientras los jóvenes miraban con admiración hacia aquellos ídolos de los que tanto les habían hablado sus padres y sus abuelos.
Aquellos cánticos de los noventa de «¡Bebeto, Bebeto!» y «¡Mauro, Mauro Silva, Silva!» volvieron a retumbar en el estadio, mientras los dos cracs daban una vuelta de honor hacia la eternidad. Desde Marathón, acompañando la Preferencia, y hasta Pabellón, para acabar dirigiéndose a la Tribuna a través de un pasillo que le hicieron los jugadores de los dos equipos.
Antes de la vuelta al ruedo de los dos mitos del deportivismo, ambos presenciaron desde el centro del campo cómo los videomarcadores proyectaban sus imágenes más icónicas como blanquiazules. Los goles de Bebeto y las acciones defensivas de Mauro. Recuerdos gloriosos de aquel Superdépor, que parte de la afición deportivista que acudió ayer a Riazor no tuvo la suerte de disfrutar.
Los actos comenzaron a las 19.25 horas y, además de la idolatración a los dos iconos brasileños, se proyectaron varios vídeos más, tanto con la presentación de la nueva camiseta amarilla, como de Luis Suárez, al que se le rindió un sentido minuto de silencio, guardado de forma escrupulosa. Riazor se puso en pie y despidió con aplausos al único Balón de Oro masculino del fútbol español, fallecido en el mes de julio.
Pero no solo se emocionó Riazor. También los protagonistas canarinhos. Sobre todo un Bebeto que no paraba de hacer gestos de reverencia hacia la grada. Su honra terminó con el presidente del Deportivo, Álvaro García Diéguez, haciéndoles entrega de las insignias de oro y brillantes del club; y con una foto para el recuerdo con los jugadores de los dos equipos.
Bebeto y Mauro Silva llegaron a la ciudad en la mañana del viernes y desde entonces no han dejado de vivir momentos emocionantes. Después de la visita sorpresa a la viuda de Arsenio Iglesias, en el mediodía de este sábado las dos leyendas realizaron una ofrenda floral en el busto del mítico entrenador, situado en las Esclavas. Allí se acercó también Donato Gama da Silva, que se quiso sumar al homenaje hacia el forjador del mítico Superdépor.