El trabajo invisible del Dépor

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Dos horas y media de ejercicios antes y después de cada sesión complementan los entrenamientos y son claves en el buen rendimiento físico de la plantilla

21 dic 2022 . Actualizado a las 23:39 h.

Detrás de este Deportivo que ha terminado el 2022 a las puertas de la lucha por el ascenso directo hay mucho esfuerzo. El irregular inicio de temporada situó al equipo coruñés con una desventaja que le ha obligado a ir a remolque de las primeras posiciones, pero esta situación se ha acortado hasta los cuatro puntos que ahora le separan del liderato cuando faltan dos jornadas para el final de la primera vuelta. Entre las claves de esta mejoría destaca el buen estado físico de la plantilla, elogiado por el propio Óscar Cano tras los recientes partidos frente al Racing y el Córdoba: «Quiero felicitar a una persona que es tan prudente, tan buen tipo, que no sale nunca en ningún sitio, y es el que provoca que los jugadores corran tanto y tanto, y se presione con tanto ánimo. Eso necesita un soporte condicional. Quiero felicitar el trabajo que está haciendo Luis Fandiño, porque tiene a la gente superpreparada, y eso es oro».

Esta labor cuenta con una parte a la vista de todos que la plantilla acomete durante los entrenamientos diarios en la ciudad deportiva de Abegondo. Son habitualmente sesiones cortas, que solo de forma excepcional se prolongan más allá de la hora y media de duración, pero muy intensas y en las que el futbolista está en constante movimiento con el balón. Pero la tarea ni ha empezado ni tampoco termina ahí.

La actividad de los jugadores del Dépor comienza una hora y media antes de que salten al césped de la ciudad deportiva. Tras el desayuno, marcado y controlado por los servicios médicos y de recuperación del club, el calentamiento se inicia de puertas adentro en el gimnasio de las instalaciones, donde cada jugador acomete un plan personalizado adaptado a sus características y necesidades. Así lo contaba Pablo Martínez en una reciente entrevista concedida a La Voz: «Llegamos entre las nueve y las nueve y media, y después del desayuno trabajamos en sala. Hay un programa que nos marca unos ejercicios antes del entrenamiento. Al terminar tenemos otro de fuerza o de recuperación. Es algo personalizado y diferente para cada uno. Por poner un ejemplo, yo puede que necesite trabajar los isquiotibiales y otro los gemelos».

Calentamiento y fuerza

Así, los ejercicios previos a las tareas de campo se centran más en el calentamiento y la preparación de los músculos antes del esfuerzo principal de la mañana, que sigue siendo el entrenamiento en el césped, mientras los de después se convierten en un complemento en función de las características de este. «Después suele ser más un trabajo de fuerza, de las piernas o del tren superior. Es un trabajo que la afición no ve, pero dentro se trabaja mucho y es muy importante para nosotros. No es solo el campo, salir, entrenar y para casa. Estamos una hora y media antes del entrenamiento, y después nos quedamos otra hora más», insiste el defensa.

El entrenamiento invisible no se detiene con la marcha de los jugadores a sus domicilios. Las tardes también cuentan para seguir apuntalando la carga de los entrenamientos matinales y como continuidad del esfuerzo de la plantilla por dar su mejor versión. De este modo, Pablo Martínez añade: «Yo en mi piso tengo debajo un gimnasio. A veces voy. También hay la posibilidad de ir a un yacusi... En las horas de descanso se pueden hacer cosas, pero cada uno hace su tarea. Está todo pautado. En mi caso, cuando tienes 33 años, tienes que cuidarte, porque si te paras, no juegas», subraya entre risas.

El central deportivista, uno de los pilares de la sobriedad defensiva del Deportivo en la recta final del año, destaca la efectividad de esta preparación física en los buenos últimos partidos protagonizados. «Cuando tenemos tres partidos en una semana es complicado estar en todos a buen nivel. Sin embargo, siempre lo damos todo en el campo, porque hay una recuperación que no se ve, y ahí los fisioterapeutas lo hacen muy bien», señala. En este sentido, destaca la labor colectiva de los servicios médicos y de recuperación del club. «Álex Canosa nos cuida mucho, pero también tenemos dos doctores y los fisios. Cuando tenemos un golpe o así, nos hacen todo lo que sea para que podamos jugar y estemos en el campo», dice.