Jovanovic, otra sombra para Dani Giménez

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El serbio llega dispuesto a dar relevo al incombustible portero del Deportivo

05 feb 2020 . Actualizado a las 11:27 h.

Ni Ortolá ni Koke Vegas enseñaron el camino del banquillo a Dani Giménez. Quizá esta vez Aleksandar Jovanovic (Nis, Serbia, 1992) lo consiga nada más llegar. Con el incombustible meta gallego aquejado de evidentes molestias musculares que hasta le impidieron sacar en largo con el pie frente al Las Palmas, el nuevo portero del Deportivo llega con la expectativa de protagonizar un relevo dulce, cuando Fernando Vázquez lo decida. Quizá tenga que ser ya este domingo en Alcorcón (12.00 horas, Movistar LaLiga 1), pues Giménez, que la pasada semana ni apareció por el césped mientras descansaba y solo acometía ejercicios de fuerza en el gimnasio, afronta esta con la misma perspectiva a la espera de que las molestias remitan... o que Jovanovic llegue y bese el santo.

«Es una decisión de su entrenador, pero no creo que necesite mucho para ponerse en forma. Además, se va a adaptar rápidamente, porque habla perfectamente español», afirma el valenciano Rubén Sellés, segundo entrenador en el Aarhus danés, el último equipo en el que el nuevo portero del Deportivo militó antes de recalar en A Coruña. «Destacaría la solidez que transmite, es un portero que no falla, bloca y no deja segundos balones», subraya el técnico, junto al que Jovanovic se entrenó en dos etapas en Dinamarca, cuando acometía su primera aventura lejos de Serbia, antes de recalar en el Huesca, y también en los cuatro últimos meses.

El meta nunca olvidará el país nórdico. «En cinco o seis meses con nosotros dio un gran salto de calidad, se convirtió en un ídolo para la afición y el club también sacó un buen pellizco con su traspaso», recuerda el técnico, quien destaca en esta labor la ayuda de Jacobo Sanz, quien fue portero de Primera en el Valladolid (donde coincidió con solo 16 años con Fernando Vázquez) y el Getafe. «Me encontré un jugador frío e introvertido, pero educado, y con unas condiciones increíbles. Hay que saber llegar a él, debe sentirse con confianza. Eso no significa que juegue siempre, sino que sienta parte del equipo, que participe, que tenga informes de sus entrenamientos y del rival,... El aspecto psicológico es clave en él», señala el actual preparador de portero del Qadsia kuwaití, quien lo compara con Dmitrovic, el portero del Eibar, también serbio y ya consolidado como uno de los mejores de Primera.

Jovanovic llegó al Huesca en el último minuto de hace dos veranos, después de que se esfumasen las posibilidades de repescar a Remiro, el cancerbero de su histórico ascenso a Primera. Enseguida debutó contra el Girona, precisamente el visitante en Riazor de la próxima semana, pero Stuani le batió desde los once metros, en una convulsa fase del campeonato marcada por el despido de Leo Franco y la llegada de Francisco (exentrenador del Lugo) al banquillo.

Al meta le perjudicó especialmente el penalti que cometió sobre el delantero del Villarreal Bacca en un partido que acabó 2-2. Por cierto, Longo empató en la última jugada. El propio jugador contestó a través de sus redes sociales a las críticas con vídeos de sus mejores paradas en las anteriores jornadas y este mensaje: «La gente olvida rápidamente, un penalti y cuántos comentarios negativos #footballife».

Internacional con Serbia

El nuevo entrenador acabó confiando la portería al tercer meta, Roberto Santamaría, y Jovanovic no volvió a jugar hasta las dos últimas jornadas. Incluso dejó de ser llamado por su selección, con la que había debutado en noviembre del 2016 en un amistoso contra Ucrania, aunque no fue convocado para el Mundial de Rusia. Ya con el equipo oscense descendido matemáticamente, y como único portero con contrato para la siguiente temporada, cerró la Liga con buen sabor de boca y su única victoria hasta ahora en España, contra el Leganés (2-1). Incluso sostuvo el marcador en un mano a mano en el que cerró todos los huecos a Braithwaite.

Este verano estuvo a punto de fichar por el Ankaragucu, e incluso llegó a viajar a Turquía, pero finalmente la operación no se llevó a cabo por una sanción de la FIFA al club otomano. De vuelta a Huesca, y con la portería cubierta por el internacional sub-21 Álvaro Fernández, regresó al Aarhus, esta vez en préstamo. «A partir de finales de noviembre el club decidió promocionar al que hasta ese momento era el tercer portero, pero Jovanovic había ofrecido un buen rendimiento», insiste Sellés. Con el cuadro danés disputó seis partidos en los que encajó diez goles y fue despedido como un héroe.

El Deportivo no tiene mal recuerdo del último balcánico que pasó por su portería. El croata Pletikosa llegó como cuarto portero en el invierno del 2016 y acabó jugando dos partidos, el último con manteo y ovación incluida frente al Madrid. Cuatro años después, aterriza Jovanovic como tercer guardameta de la temporada y con el reto personal de reivindicarse en el fútbol español.