El sustituto de Natxo González le dio una oportunidad como titular en el Sadar junto a Bergantiños, pero desde entonces solo le ha concedido 22 minutos más
01 jun 2019 . Actualizado a las 20:46 h.La lista de José Luis Martí para Elche empezaba en Dani Giménez y acababa en Eneko Bóveda, excluyendo al último en llegar. Vítor Silva ha vuelto a quedarse fuera de una convocatoria sin que el entrenador tuviera en cuenta que el estreno anotador del portugués en Segunda sucedió precisamente en el Martínez Valero, donde superó a Juan Carlos con un remate ajustado para cerrar una contra. La muesca en el currículo y el conocimiento del meta local (Vítor y Badía compartieron hasta diciembre vestuario en el Reus) no han servido al portador del 25 para hacerse un hueco entre los elegidos y encadenará esta jornada la sexta sin citar (desde que fue titular frente al Extremadura).
Tampoco viajaron hasta Alicante con la expedición blanquiazul los lesionados Michael Krohn-Dehli y Quique González ni otros tres descartes por motivos técnicos. Uno se daba por supuesto, ya que Íñigo López está afectado por su situación judicial, y tampoco parecía probable la citación de Sebastián Dubarbier, que entró en la lista de Pamplona, en el primer encuentro dirigido por Martí, y no ha vuelto a aparecer en ninguna. El último de los ausentes en la lista de 19 sorprendió un poco más. La elección confirmó el paso atrás de Pedro Mosquera, quien ya se quedó en la grada el pasado domingo mientras el Deportivo se medía al Mallorca en Riazor.
La situación del coruñés ha ido empeorando desde el relevo de técnico. El sustituto de Natxo González le dio una oportunidad como titular en el Sadar junto a Bergantiños, pero desde entonces solo le ha concedido 22 minutos más. 21 en casa frente al Extremadura y uno (añadido al descuento) ante el Zaragoza en La Romareda.
Escasísima confianza en el centrocampista ahora que se ha aligerado la cantidad de efectivos en la medular. Son fijos en el once Bergantiños y Edu, y la última vez que Martí precisó agitar la zona, cuando el Mallorca imponía su juego, el designado fue Vicente. En el banquillo quedaba Didier Moreno, con lo que Mosquera se ha visto relegado al rol de quinta opción. Un papel difícil de explicar en quien parecía llamado a marcar diferencias en la categoría tras decidir permanecer de blanquiazul.