Seis apellidos coruñeses

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Pedro Mosquera, de Riazor; Lucas Pérez, de Monelos; y Álex Bergantiños, de la Sagrada Familia, se han convertido en baluartes del mejor deportivo de las últimas seis temporadas

18 dic 2015 . Actualizado a las 12:48 h.

Son coruñeses y descendientes de coruñeses. Uno por adopción y los otros con varias generaciones a sus espaldas. De los de pedigrí. Jóvenes que en su madurez futbolística se han convertido en ídolos de la afición después de haberle pegado sus primeras patadas al balón en la calle y de haber jugado en clubes modestos de la ciudad, en donde aún hoy son conocidos por sus nombres de pila: Pedro, en la plaza Maestro Mateo y en el Gaiteira; Lucas, en Monelos y en el Victoria; y Álex, en la Sagrada y en el Imperator. Allí hicieron sus primeros regates a la fortuna y realizaron sus primeros disparos a la ilusión de llegar un día a vestir la camiseta del que ya era su equipo: el Dépor. A los tres les costó. Tuvieron que hacer las maletas y buscarse la vida a kilómetros de A Coruña. Mosquera en Madrid, Getafe y Elche. Lucas también recaló en la capital de España, Vitoria, Ucrania y Grecia. Bergantiños, con tres cesiones, en Granada, Jerez y Tarragona. Pero los tres regresaron y ahora son los baluartes del mejor Deportivo de los últimos seis años. Un equipo acomodado en Liga Europa y a 9 puntos del descenso.

«Hace muy poco esto era algo impensable y ahora aquí estamos nosotros tres, y en Primera. Yo creo que es el sueño de todo crío que empieza a jugar al fútbol de niño», expresa Álex Bergantiños.

El sueño de todo niño. De los que ahora lo han cumplido y de los que jugaban contra ellos y ahora los adoran. «Tenernos ahí a nosotros es un referente para los niños y para nosotros, jugar en casa, en la máxima categoría, y ante nuestros amigos conocidos y aquellos con los que nos iniciamos, es algo difícil de describir», expresa Lucas, al tiempo que Bergantiños enfatiza: «Eso no hay dinero que lo pague».

Un honor para los futbolistas de la casa y una seguridad para el club, porque , como dice Mosquera, «aunque todos somos profesionales, sí que creo que es un plus contar con los de casa». «Cuando las cosas van mal -subraya Álex- es muy importante tener futbolistas que lo sientan porque acabas dando el máximo como profesional y como deportivista que eres desde la cuna».

Los tres disfrutan ahora de un Dépor europeo. Una posición transitoria, porque se apresuran a advertir que «la permanencia es el objetivo». Sin embargo, la disfrutan y saben que hacen vibrar a una ciudad que los ha visto nacer, crecer y ahora triunfar.

«Defender este escudo es un orgullo y una responsabilidad»

Su condición coruñesa, aun resultando un aliciente para la afición que los idolatra, no es mérito suficiente para que estos tres jugadores se hayan convertido en protagonistas en la reacción del Deportivo iniciada frente al Celta. En ese instante fue en el que entró en juego Álex Bergantiños, quien con su excelente disposición táctica, su brega y su oportunismo, llegando a marcar un gol incluso al Barça, ha hecho lo que en temporadas anteriores: ir creciendo poco a poco hasta convertirse en pieza casi tan imprescindible que hoy día parece difícil imaginarse que Celso Borges le arrebatará el puesto cuando se recupere.

Junto a Bergantiños actúa Pedro Mosquera. No estuvo en el Camp Nou por sanción pero la temporada que está realizando es de matrícula de honor. Tanto que ya hay clubes, entre ellos el Atlético de Madrid, que han llamado a su puerta para pagar la asumible cláusula de rescisión que tiene y llevárselo a final de temporada. Pero el Dépor ha reaccionado y le ha ofrecido mejorar su contrato a cambio de subirle la cláusula. Mosquera es el hombre que inicia todas las jugadas de ataque. Un futbolista que hasta su sanción había disputado el 95 % de los minutos no rindiendo nunca por debajo del aprobado. El canaliza todo el juego de ataque y destruye aquello que se acerca por sus inmediaciones.

Y el estilete de este trío de coruñeses es Lucas Pérez. El hombre gol. Ese que está a un tanto de igualar una de las marcas que dejó en Riazor el mítico Bebeto. El futbolista total. Diferente. Que lleva seis jornadas consecutivas marcando y acumula once tantos desde el inicio. Otro por el que ya se han interesado otras entidades, principalmente inglesas y alemanas.

Tres futbolistas marcados por ser profetas en su tierra. Felices pero responsables, porque como ellos dicen: «Defender este escudo es un orgullo y una responsabilidad», aciertan a manifestar casi al unísono.