El Dépor tratará de frenar el buen momento del Atlético con un planteamiento sobrio y sin fisuras
30 oct 2015 . Actualizado a las 17:16 h.Después de tres jornadas consecutivas sin ganar, con sensaciones bien diferentes en cada uno de esos encuentros, la necesidad del triunfo (más mental que clasificatoria) empieza a aflorar en A Coruña. Y no lo hace en el momento más idóneo, pues visita Riazor (20.30 horas, canales digitales) uno de los tres mejores equipos de la Liga en los últimos años. El Atlético de Madrid regresa a un campo en el que de los últimos 18 puntos disputados solo se ha dejado 4. Y lo hace en un buen estado de forma y tras haber encadenado tres victorias consecutivas (2 de Liga y una de Champions).
El feudo coruñés recibirá a dos equipos a los que la clasificación separa en seis puntos, pero que las estadísticas acerca sobremanera. Están prácticamente igualados en acciones de ataque y defensa y solo los separan los seis goles más encajados por los coruñeses, que se han traducido en otros tantos puntos a favor de los madrileños.
Víctor Sánchez del Amo, fiel a su idea, volverá a mover el árbol. Cada partido es una batalla diferente y como tal los afronta. Y en esta lid considera que Oriol Riera -titular el pasado sábado en Málaga- y Cani -en el once inicial hace dos semanas y que también jugó unos minutos en La Rosaleda- no son los soldados indicados para ir al frente. Prefiere a un Medunjanin inédito hasta la fecha y a Jonathan Rodríguez, ausente de las dos últimas convocatorias.
Contragolpe
Después de una hora y cuarto de vídeo el pasado miércoles, técnico y jugadores parecen tener claro cómo combatir al Atlético. El contragolpe es el arma de destrucción que tiene reservada Víctor, aunque prefiere no dar pistas. «En el fútbol se dan los ataques organizados y contraataques en numerosas ocasiones. Lo que marca la diferencia se ve al final. Y no solo hay que estar pendiente del ataque, sino también de las cuestiones defensivas. Aunque plantees el partido de una manera, por ejemplo a tener tú la posesión, siempre habrá momentos en los que la tenga el rival. Hay que estar acostumbrado a atacar de lejos y de cerca y a defender de lejos y de cerca», señala el técnico blanquiazul más lejos de confundir que de aclarar.
En un partido de brega, como se prevé el de esta noche, Laure parece que tendrá un lugar tras algunas semanas relegado a la suplencia. Su participación no sentará a Juanfran, sino que todo indica que lo hará subir a posiciones más avanzadas.
Trivote
El trivote se antoja la fórmula elegida para tratar de dominar el medio del campo. Pedro Mosquera como chico para todo, escoltado por Celso Borges y Fayçal Fajr, que tratará de celebrar la reciente llamada de la selección desde su posición preferida, por el centro.
Luis Alberto, que regresaría a la izquierda tras la sorprendente suplencia de La Rosaleda, y el insustituible Lucas se perfilan como los dos acompañantes de Juanfran en la línea más ofensiva.
Un equipo de buena contención y rápida transición defensa-ataque para frenar a un Atlético que este año no está apoyando su éxito solo en el físico. Cuenta con mayor número de futbolistas de toque y lejos de apostar siempre por el juego directo también recurre a alternativas más atractivas para el espectador.
El resultado se está pareciendo al de anteriores ejercicios: es tercero, con solo dos puntos menos que Madrid y Barça y después de haberse enfrentado a cinco de los seis mejores de la pasada temporada (el sexto es el propio Atlético). Es sin duda el partido más complicado de los nueve que ha disputado hasta ahora la escuadra blanquiazul. El primero de una serie de tres seguidos en casa en los que además de los colchoneros, visitarán Riazor Celta y Sevilla. Duelos en los que los blanquiazules han de explotar tres de sus mayores virtudes: Intensidad, velocidad y contragolpe.
Un equipo admirado en el vestuario
En su comparecencia previa al partido, Víctor explicó que el Atlético era uno de los equipos más admirados en el vestuario blanquiazul por su forma de afrontar los partidos y el rendimiento que el Cholo sabía sacar de sus jugadores.
«En nuestro equipo tenemos la suerte de contar con una plantilla con grandísimos aficionados a ver fútbol y cada semana hay grandes debates en el vestuario sobre cómo han ido los diferentes partidos y el Atlético, con todas las virtudes que ya conocemos, es un equipo que gusta mucho», expresó el técnico.