Los partidos entre Dépor y Athletic han deparado desde un golazo de Donato desde el medio del campo hasta una heróica igualada blanquiazul con un virus colectivo
18 oct 2015 . Actualizado a las 19:18 h.Aun cuando a lo largo de los años todos los duelos entre cualesquiera sean los dos rivales suelen servir para llenar un anecdotario, los que en las últimas décadas han dirimido Deportivo y Athletic ganan por goleada. Más que por el número de detalles, por la diversidad de los mismos. Desde un gol desde el centro del campo a una gastroenteritis colectiva, pasando por un triunfo a base de tantos en propia meta o un gol con quirófano de propina.
El golazo
Donato marcó en Riazor el que calificó como el tanto «más bonito» de su carrera. Un año un trece días antes de dar la única Liga que luce en las vitrinas de la plaza de Pontevedra, Donato marcó el gol de más bella factura de su dilatada carrera profesional. Su verdugo fue Imanol Etxeberria. El Dépor perdía 1-0 y hacía solo 6 minutos que había comenzado el segundo tiempo: «Me había fijado durante el partido que estaba bastante adelantado, así que en cuanto vi la oportunidad lo intenté. Supe poner la fuerza y la dirección adecuadas», aseguraba con posterioridad el hispano-brasileño.
La revolución
Irureta estrenó con victoria el trivote en San Mamés. Tres de octubre de 1999. Y el Dépor que meses después ganaría la Liga llegaba necesitado de puntos a San Mamés después de haber perdido 0-2 la jornada anterior en Riazor. E Irureta quiso fortalecer el medio del campo ante el difícil compromiso de San Mamés. Así nació el trivote. Con Mauro en el medio, flanqueado por Flavio y Jokanovic, un dibujo que el técnico siempre sostuvo que «no era nada defensivo». El resultado fue favorable. 0-3 se adelantó el Dépor, aunque acabaría pidiendo la hora tras dos tantos de los leones.
El virus
Remontada a domicilio con varios jugadores al borde del desmayo. Temporada 2007-2008. Primera vuelta. El Dépor perdía 1-0 cuando Manuel Pablo se acercó dirige a Lotina y le dice: «Míster, estoy indispuesto». «¿Cómo de indispuesto?», preguntó el entrenador. «Me cago», confesó el lateral. Unos cinco minutos desapareció del campo el ahora capitán. Pero volvió. No era el único aquejado de un virus intestinal. Verdú acabó el partido tiritando y Xisco vomitó nada más alcanzar la caseta después de que el Dépor hubiera conseguido igualar el 2-0 con el que se había adelantado el Athletic. Fue un ejemplo de heroicidad que le dio un valioso punto al conjunto blanquiazul.
La lesión
Filipe Luis se dejó el tobillo pero abrió el camino de la victoria. Pésima había sido la primera parte del duelo disputado en Riazor el 23 de enero del 2010. El Athletic podía haber goleado de haber tendido algo más de fortuna. La que le faltó a Filipe Luis cuando a los cuatro minutos del segundo período lo dio todo por llegar a un balón que había dejado de cabeza Bodipo. Alcanzó el esférico y marcó el primero de la noche (el partido acabó 3-1), pero en esa acción se rompió el tobillo y no pudo reaparecer hasta medio año después.
Los despistes
Dos goles en propia meta dieron un triunfo al conjunto blanquiazul en casa. La penúltima victoria deportivista en Riazor ante el Athletic tiene color claramente rojiblanco. El resultado final fue 2-1 y los tres goles fueron marcados por futbolistas vascos. Gaizka Toquero abrió la cuenta bilbaína a los tres minutos. Lo curioso es que Gurpegi empató el partido mediada la primera parte y Xabier Castillo volvió a batir a su compañero Iraizoz a 19 minutos del final del partido. Tres goles para sumar cero puntos.