Olvidada la infección bateriana que lo llevó a ser hospitalizado, el argentino trata de recuperar la forma física para lo que esta semana hará algunas sesiones dobles
24 feb 2015 . Actualizado a las 15:15 h.Faltan cinco días para que el Deportivo dispute en Almería (sábado, 20 horas, Canal + Liga y Gol T) una de las finales que le quedan esta temporada para mantener la categoría. Un día menos es lo que tiene Luis Fariña para convencer a Víctor Fernández de que ya está en condiciones de reaparecer. La celulitis que lo tumbó hace unas semanas está ya olvidada, pero ahora le falta ponerse a punto. Y no va a cejar en el empeño. Esta semana tiene previsto doblar algunas sesiones preparatorias. A los entrenamientos matinales con el grupo añadirá algunos vespertinos con el readaptador del club.
Un mes después de haber sido expulsado frente al Granada, el futbolista está ansioso por volver. Tiene ansia de competición y no quiere dejar pasar la oportunidad de entrar en la convocatoria frente al Almería.
Aún no tiene el alta médica, pero ayer realizó su segundo entrenamiento completo con el grueso del grupo. Disputó el partidillo reservado a los suplentes del sábado. Y estuvo muy activo durante todo el tiempo. Dejó claro que tiene totalmente olvidada la infección e incluso la herida en el empeine que le impedía golpear el balón con fuerza. Sin embargo, le falta fuelle. Y, aunque es consciente de que es complicado, trata de recuperar lo máximo posible durante estos días.
Su intención es entrar en la convocatoria que Víctor Fernández facilitará el viernes y luego poder disfrutar de algunos minutos. Los responsables de la parcela física de la primera plantilla dudan de que pueda estar para poco más de un cuarto de hora, pero no descartan que llegue a tiempo de entrar en la lista. Cuestión diferente será convertirse en uno de los once que salten al campo de inicio. Eso, salvo sorpresa, está absolutamente descartado.
Aunque sea en el banquillo, Fariña quiere estar. Tiene mono de fútbol. Los continuos problemas físicos le han impedido jugar esta temporada más de 13 encuentros, totalizando solo 879 minutos en el campo. Pero es que desde que se inició el 2015, su aportación ha sido de apenas 64 minutos (35 contra el Athletic el 3 de enero, cuando se lesionó y 29 más el 25 contra el Granada, encuentro en el que entró desde el banquillo y fue expulsado por agredir a Fran Rico).
Tras esta expulsión llegó la infección bacteriana y un rechazo al antibiótico que le suministraron inicialmente, lo que prolongó el período de recuperación.
Ahora, un mes después, Luis Fariña se resiste a pasar otra semana en casa y peleará hasta el viernes para ser uno de los elegidos por Víctor Fernández.