El equipo coruñés remontó antes del descanso, no pudo mantener la ventaja y sufrió la expulsión de Fariña
25 ene 2015 . Actualizado a las 14:33 h.El sufrimiento ya se ha instalado como copiloto en el viaje del Deportivo por la permanencia. Lejos de la tibieza que muestra el equipo coruñés ante los grandes, cada partido con los rivales directos se convierte en un tobogán de emociones que esquivan las cuestiones meramente futbolísticas. El Dépor remontó antes del descanso el gran gol de Piti y cuando saboreaba una victoria vital para el futuro de la temporada, encajó un nuevo gol tras una acción a pelota parada y cedió un empate ante el colista, además de perder el golaveraje. La expulsión de Fariña añadió más drama a un punto que sabe a muy poco a los coruñeses, que se llevan un disgusto mayor en cuanto no pasaban grandes apuros para mantener su ventaja.
Hubo 22 jugadores sobre el campo pero por encima de ellos una tormenta de emociones que tuvieron tanta influencia en el juego o más que las tácticas o la calidad individual. Se pudo leer el duelo entre Deportivo y Granada por las líneas de tensión invisibles que conectan y desconectan a jugadores que procesaban en tiempo real la trascendencia de sus actos, en un duelo de equipos condenados a la lucha hasta el final por evitar el abismo. Sólo así se entiende lo que le pasó a ambos conjuntos con cada gol recibido, mandíbula de cristal los dos. Especialmente tembloroso estuvo el Deportivo durante buena parte del primer tiempo, después del golazo de Piti, el mundo y Riazor cayéndole encima por lo que suponía el resultado hasta que dos obreros rescataron al conjunto coruñés.
Víctor Fernández recuperó el esquema que empujó la reacción del Deportivo y que ha mantenido a los blanquiazules fuera del descenso casi toda la primera vuelta. Lucas Pérez recuperaba la titularidad y como mediapunta. José Rodríguez volvía a acomodarse en la derecha y Medunjanin en el banquillo. Comenzó muy activo el coruñés y dos llegadas por bandas buscaron a Oriol Riera, referencia de nuevo pero que no alcanzó los buenos envíos de Luisinho y de Juanfran, dispuestos a proyectarse en ataque. Las buenas intenciones se vinieron abajo como un castillo de naipes en cuanto Piti recibió desde la derecha y trazó una rosca perfecta con su zurda. El ex del Rayo, hibernando en el Granada desde su traspaso, recordó al interior goleador que despuntó a las órdenes de Jémez.
El 0-1 a los 6 minutos dejó al Deportivo en un estado de histeria futbolística. Perdió el compás de su juego, cada control era una odisea y no había rastro de solidez en el centro del campo ni de pausa y talento en los últimos metros. El Granada encontraba el escenario ideal para que Abel Resino comenzase a imprimir su sello. Esperar en el campo propio, apretar filas, bajar el ritmo del partido hasta el aburrimiento y buscar una contra. El plan estuvo cerca de salirle bien por la velocidad de Robert Ibáñez y de Lass. No acertó El-Arabi tras dos jugadas por banda y Lass desperdició una situación clara en el área tras error de Sidnei al medir. Riazor vivía en el runrún constante ante un Deportivo que se veía sin alma ante la situación límite de perder en casa con el colista.
Aparecieron dos jugadores en teoría secundarios para rescatar al equipo. Bergantiños y Sidnei protagonizaron en apenas cinco minutos la remontada del Deportivo antes del descanso. No necesitó claridad el equipo coruñés para voltear el resultado, en un arrebato de emoción que llegó de las mismas vísceras que se emponzoñaban por la tensión minutos atrás. Tras un barullo en los últimos metros, Bergantiños recibió en la mediapunta y se vistió de pasador incisivo. Asistió a Riera, que no pudo definir con la zurda ante Oier pero el rechace lo empujó a gol José Rodríguez. Poco después, Sidnei llegaba para robar el círculo central, iniciaba la contra, recibía el centro en el área y cuando quiso controlar girándose en el punto de penalti y le dejó la pelota muerta a Lucas, que fusiló el 2-1. El Deportivo remontaba por primera vez en la temporada, el punta coruñés ampliaba su idilio con Riazor y el equipo de Víctor Fernández cogía una tonelada de oxígeno.
Perdón tras el descanso
El Granada no iba muy sobrado de fútbol y recibió los dos golpes casi sin tiempo a protegerse. La presión cambió de bando y los andaluces salieron al segundo tiempo más agresivos pero también más expuestos. Tuvo la ocasión el Dépor de matar el partido pero no lo hizo y se abocó a otra pesadilla en los minutos finales. Fariña y Toché relevaron a los físicamente justos Lucas y Riera, y el argentino estuvo cerca de cerrar el debate. Chutó fuera por poco en la rosca desde fuera del área y luego no controló para quedarse solo ante Oier. Toché no pudo aprovechar un balón suelto del portero del Granada tras un centro al área. El Granada tiró de Rochina, quien desmontara al Dépor en el choque de Los Cármenes, para reencontrarse con la pelota, pero los de Resino fueron a menos con el paso de los minutos.
Sin embargo, una jugada a balón parado rescató a los andaluces y volvió a dejar al Deportivo con vértigos en pleno partido. Una pelota colgada sobre el área tocada por Mainz en el segundo palo y prolongada de manera muy inteligente por Juan Carlos la remachó Robert Ibáñez. Al golpetazo del 2-2 le sucedió la expulsión de Fariña, que reaccionó de mala manera a la pugna con Fran Rico. La roja directa castigó al argentino y lastró el último arresto del Dépor, que no pudo con el colista en Riazor y agradeció casi el punto porque el Granada tuvo la victoria en la última jugada del 93.
2- Deportivo: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho; Álex Bergantiños, Juan Domínguez; José Rodríguez (Laure, min.73), Lucas Pérez (Fariña, min.57), Cavaleiro; y Oriol Riera (Toché, min.65).
2 Granada: Oier; Foulquier, Babin, Mainz, Insúa; Iturra, Fran Rico; Róber Ibáñez, Piti (Rochina, min.66), Lass (Juan Carlos, min.63); y El Arabi (Córdoba, min.73).
Goles: 0-1, min.7: Piti. 1-1, min.34: José Rodríguez. 2-1, min.38: Lucas Pérez. 2-2, min.83: Róber Ibáñez.
Árbitro: Del Cerro Grande, del colegio madrileño. Expulsó a Fariña (min.86), del Deportivo, con roja directa. Mostró amarilla a José Rodríguez (min.43), Juan Domínguez (min.47) y Lucas Pérez (min.55), por parte del equipo coruñés; y a Juan Carlos (min.74), por parte del Granada.