El polivalente jugador del Athletic, rival mañana en Riazor, recuerda su etapa en el juvenil del Alavés junto al deportivista
02 ene 2015 . Actualizado a las 15:07 h.Sucedió en octubre, en un partido que ni Riazor ni el jugador del Athletic Óscar de Marcos han olvidado: «Estaba viendo el Dépor-Valencia y me quedé sorprendido porque no sabía que Lucas estaba ahí. Fue una alegría enorme. Me fijé mucho en él, hizo un gol y lo celebró con rabia, como cuando era juvenil. No ha cambiado nada». El polivalente futbolista, adversario mañana (22.00 horas, Canal+ Liga y GolT) del Dépor en Riazor, dio el salto a San Mamés después de formarse en el juvenil del Alavés, donde coincidió con el ahora deportivista Lucas, quien entonces comenzaba a forjar su durísima carrera hacia el profesionalismo.
«Lo recuerdo como si fuera ayer. Es una gran persona y te marca. Tiene un carácter que te contagia, con mucha ambición. En cada jugada se mosqueaba consigo mismo cuando no le salían bien las cosas. Se encaraba con algún rival, pero no por hacerle mal, sino porque era su carácter, competitivo y que se comía el mundo a bocados. Viendo el partido contra el Valencia cuando mete el gol y lo va a celebrar con esa rabia... bueno, me llevé una alegría enorme. Sigue siendo el mismo», explica De Marcos (nacido en Laguardia, Álava, en abril de 1989), quien se formó en el club de su tierra antes de poner rumbo a San Mamés.
De Marcos, uno de los futbolistas más destacados de un Athletic que acaba de jugar la fase de grupos de la Champions y ahora disputará la Liga Europa, completa la sexta temporada desde su debut en San Mamés. «Mi primer recuerdo de él es cuando vino a las pruebas. Yo me enfrenté contra él y venían un montón de chavales a probar al Alavés, pero él estaba claro que se iba a quedar. Bueno, la verdad es que pensaba que se iba a ir a otro equipo, no al Alavés, porque nos arrasó a todos. Jugó contra nosotros y destacó muchísimo, no sé cuantos goles nos marcó. Cuando al día siguiente lo vi en el vestuario con nosotros me quedé muy sorprendido», explica. «Nosotros éramos pequeños -añade- y él tenía el cuerpo poco menos que ahora, era ya así. Estaba formado y destacaba mucho. Nos llevábamos muy bien».
Lucas destacó tanto que apenas paró seis meses en el equipo de De Marcos antes de recalar, recuerda, en el juvenil mayor. «Yo jugaba de mediocentro y él delantero. ¿Si le ponía muchas? Se las arreglaba muy bien él solo. Tenía un golpeo espectacular y a esas edades ese golpeo no lo tenía mucha gente, cargaba muy rápido el tiro y le salía muy bien para la zurda siempre. Y como la gente no nos conocía se quedaban todos sorprendidos con él», señala antes de añadir: «Espero que se acuerde de mí, porque en aquella época yo no destacaba tanto».
Identificación
Como cualquier joven futbolista ambos soñaban con triunfar: «Él amaba al Dépor y cuando le vi contra el Valencia dije: ?¡Qué bueno! Está cumpliendo el sueño?. Y él sabía que yo era del Athletic también y supongo que se alegraría por mí». De Marcos considera al Dépor y a Lucas como un dúo que acabará triunfando: «Él se sentía completamente identificado con el Dépor. Como no había estado nunca allí supongo que lo vivía de modo diferente, no es como el lleva ahí desde pequeño. Él ha tenido que dar muchas vueltas para conseguir eso y lo valora más y la gente se identifica con él», añade.
Pese a que Lucas apenas pudo disputar ese partido contra el Valencia y unos minutos del siguiente antes de lesionarse y no volver a jugar, a De Marcos no le cabe ninguna duda de que triunfará con la camiseta blanquiazul: «Este [por el delantero del Dépor] sale de todo, salió siempre, toda la vida. Que se preocupen los demás, porque el más duro es él».