La oportunidad para confirmar que otro Dépor es posible, para olvidar el errático arranque de temporada e insistir en que lo sucedido hace quince días frente al Valencia no fue una casualidad. También para despejar las dudas que dejó el partido con el Espanyol.
Tras enfrentarse a Real Madrid, Sevilla o Valencia, el Dépor está inmerso en un tramo de competición que sí debe responder a cuál es su lugar en la Liga. Dos meses de competición, nueve jornada, suficiente para arreglar los errores de la pretemporada; un tiempo prudencial para poner remedio a algunos de los males y resituar a un grupo en el que ahora los mensajes se descifran a través de las convocatorias. Porque algún significado tendrá que Juan Carlos apareciera contra el Valencia, no viajara a Barcelona y, pese a al regreso de Juan Domínguez, vuelva a estar entre los convocados. O que Laure, titular hasta la octava jornada, y Diakité no se sienten hoy en el banquillo de Riazor; y que el papel de José Rodríguez se haya diluido tanto que le tocará asistir al choque contra el Getafe desde la grada de Riazor. Eso sí, la única certeza es que, al margen de la lesión de Lucas, Víctor Fernández se mantiene fiel al once que avasalló al Valencia.