El equipo, al que la Liga se le está haciendo eterna, reclama el apoyo de todos para subir ante el Jaén
27 may 2014 . Actualizado a las 17:47 h.Nueve meses en el infierno de la Segunda División. Un proceso concursal. Un cambio en la presidencia del club. Una pequeña guerra civil con las elecciones. Una plantilla descompensada y de urgencia para empezar el campeonato liguero. Bajas en enero. Llegadas... Mil y un factores han condicionado al Deportivo esta temporada en su reto de regresar a la Primera División. Contratiempos que poco a poco ha ido solventando, pero con el precio de un desgaste superior al habitualmente necesario. Tanto, que ha llegado exhausto al tramo final del campeonato. A la hora de la verdad. Al momento en el que se decide alcanzar la gloria o seguir sufriendo.
Y en medio de este cansancio más mental que físico llega el encuentro decisivo contra el Jaén en el que, más que nunca, el conjunto blanquiazul necesita el apoyo de todos.
Lo dijo Fernando Vázquez a la conclusión del encuentro de Los Pajaritos y lo comentan los futbolistas tanto en público como en privado. A Coruña tiene que volcarse durante la semana y, sobre todo el sábado, para que el camino hacia la Primera División rebaje la pendiente exhibida en los últimos encuentros.
En el recuerdo están jornadas gloriosas como la del último ascenso frente al Huesca, cuando un Riazor abarrotado marcó el primer gol antes de iniciarse el duelo. O anteriormente el milanazo o el último encuentro de la Liga 99-2000 contra el Espanyol. La perfecta comunión plantilla-afición resultó decisiva.
Si bien los últimos cinco encuentros no están dejando un buen recuerdo de la temporada, sería injusto medir la campaña blanquiazul por este bache de juego y resultados. Porque la Liga 2013-2014 del Deportivo ha sido mucho más. Han sido 15 jornadas como líder de la categoría. Son 18 victorias y 10 empates. Solo 33 goles encajados. Dieciocho jornadas sin recibir ningún tanto en contra. Veintiocho partidos en los que ha marcado, como mínimo un tanto... Son triunfos, esfuerzo y lucha contra la presión de un club que tiene su viabilidad ligada al ascenso de categoría.
Quedan solo dos jornadas para concluir la competición y un punto separa al Deportivo de su reencuentro con la élite del fútbol español y, lo que es más importante, del camino que lo puede llevar a asegurar un futuro esperanzador.