Los latigazos de Salomão

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El Dépor redescubre a un jugador de chut imparable y velocidad endiablada

03 feb 2014 . Actualizado a las 20:08 h.

Salomão ha vuelto a los altares de Riazor con un festival de su mejor virtud: la alta velocidad. Cómodo para encontrar la espalda de las defensas, armó y rearmó la izquierda para ametrallar la portería rival. Ya se conocía su explosividad en carrera. No en vano la pasada temporada se destacaba como el segundo más rápido de la plantilla en las pruebas de velocidad, solo por detrás de Nelson Oliveira. Y esto no es poco. El delantero, que pasó de puntillas por A Coruña, presumía en su entorno de haberse colgado la medalla de plata en esta carrera cuando militaba en el Benfica. Solo Di María (ahora en el Madrid) le batía entonces. En el Dépor actual únicamente los recién llegados Rabello y Sissoko apuntan razones para hacer sombra al correcaminos Salomão.

Sí que ha sorprendido más la altísima potencia de disparo del futbolista en su tercera etapa con la camiseta blanquiazul. El Dépor ha ganado sus dos últimos partidos según las cualidades de este jugador menudo, pero dispuesto a originar un huracán, con la sonrisa puesta todo el partido y capaz de encerrar una potencia descomunal. En Córdoba robó para chutar con violencia y que el portero rechazase con apuros antes de que la jugada acabase en el gol de Borja. El sábado él mismo abrió el marcador tras recoger la falta sacada por Luisinho y le pegó con tal fuerza que dobló los guantes del meta del Sabadell.

Fibras rápidas

Fue el segundo latigazo de Salomão y otra de las virtudes de la musculatura de sus piernas, con más fibras rápidas, esas que se ha demostrado que se estiran y se contraen tres veces más rápido, que las comunes. Si es cierto que Álex Bergantiños, el diésel del Dépor, nunca alcanzará la punta de velocidad de su compañero, también lo es que la gasolina del portugués no da para aguantar todo el partido al ritmo del canterano. Claro que tampoco se pueden comparar en el número de lesiones. El mediocentro aún no se ha lastimado desde que volvió a A Coruña en el 2011, mientras el fichaje de invierno se pasó la temporada pasada menos jornadas sobre el campo (catorce), que en la enfermería. Los azotes de Salomão guían a un Dépor que ha recuperado la alta velocidad.