Miércoles y jueves son días muy favorables cuando el equipo ganó su partido del fin de semana, como sucede al Deportivo tras su victoria en Córdoba, éxito que hace creer a los optimistas que comenzó una nueva etapa. Helenio Herrera, de quien guardamos recuerdos de tiempos muy lejanos en los que soltaba unas parrafadas, parecía convencer de que él era uno de los inventores del fútbol. Verdad es que H. H. no lo había inventado, pero cierto que por algo se le bautizó como "el sabio H. H.", apelativo que él nunca rechazaba sino todo lo contrario. El caso es que el nombre de H. H. surgió hablando ayer del partido ganando en Córdoba. De poco valió que en el comentario de anteayer se advirtiera del peligro de "dejarse ir por la euforia". Temo que tal consejo no influirá en el ánimo del seguidor, porque creen ganado ese próximo partido frente al Sabadell.
Y aquí surge la mención de Helenio Herrera, tras la histórica derrota deportivista en Riazor frente al Celta (1-2) en la liguilla de la temporada 1952-53. Terminado el partido, el técnico se encontró en el vestuario con un grupo de directivos coruñeses, desolados por la inesperada derrota: "Lo arreglaremos, seguro... pero esto nos viene por la confianza que aquí se respiró durante toda la semana... El 3-1 que conseguimos frente al Hércules de Alicante creó un ambiente de excesiva confianza, algo que en el fútbol suele pagarse muy caro... Pero esto lo arreglaremos, seguro".
Y acertó, pues el Deportivo, y también el Celta, continuaron la temporada siguiente en Primera División. El conjunto vigués, en lugar del España Industrial, plaza no autorizada por ser filial del Barcelona.