Dos convenios y un gran problema para el Deportivo

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

Tanto la propuesta de Lendoiro como la de Hacienda dejarán hipotecado al Deportivo durante años. Pero sin un acuerdo con el fisco, no habrá viabilidad

13 nov 2013 . Actualizado a las 11:34 h.

Si no suceden más anomalías, los acreedores del Deportivo tendrán dos convenios sobre los que pronunciarse el 10 de enero próximo, día fijado para la junta de acreedores. Cualquiera de los dos supondrá sufrimiento para años. No en vano hablamos de una deuda de 160 millones de euros, la mayor de cuantos concursos se han celebrado en el mundo del fútbol español.

¿Qué tipo de convenio es el bueno para el Deportivo?

La respuesta sería, primero, el que dé viabilidad al club. Y, segundo, el que una vez dada la viabilidad otorgue a la entidad una mejor calidad de vida.

El de Lendoiro no da la viabilidad, sino todo lo contrario, dado que no hay ningún tipo de acuerdo con la Agencia Tributaria. Y sin él, un día después de votarse el convenio, volveríamos a los embargos, con el consiguiente colapso y final liquidación del club.

El de Hacienda da la viabilidad de partida, dado que incluye un acuerdo singular por sus sesenta millones de deuda privilegiada.

¿Cuál de los dos convenios dará mayor calidad de vida al club?

En cuanto a la calidad de vida, el de Lendoiro tiene trampa (para los acreedores, sobre todo): se garantiza que no habrá incumplimiento del convenio hasta el año 17, momento en el que habría que pagar lo que restase de la deuda. Es decir, Lendoiro se garantiza que un incumplimiento legal del convenio solo sucedería cuando él cumpla 85 años. El Deportivo estaría más desahogado en el día a día, pero pagaría durante más años y la quita sería inferior, con ese vergonzoso 33 por ciento que evitaría la pieza de calificación a la gestión de Lendoiro. Es un convenio más pensado para Lendoiro que para el Deportivo y los acreedores, que garantiza un día a día más llevadero para el club a costa de aquellos a quienes se causó un gran quebranto.

El convenio de Hacienda es el propio del principal acreedor. Es duro, muy duro, porque establece un plan de pagos importante de acuerdo a una mastodóntica deuda. Obligará a una austeridad mayor que el anterior, pero da mayor seguridad a los acreedores. La quita es mayor, lo que beneficia al Deportivo y la deuda se paga en menos tiempo, lo que beneficia y perjudica a la vez. Eso sí, esperan diez años de apretarse mucho el cinturón para poder tapar el agujero abierto por Lendoiro y presenta incertidumbres sobre qué pasaría si el equipo pasa más de tres años en Segunda División. No hay que olvidar que Hacienda propone que entre el 2018 y el 2021 se pague alrededor de catorce millones al año. Mucho dinero que obligará a racionalizar muy bien el gasto y a generar ingresos extra.

¿En qué se basan los planes de viabilidad?

Ambos convenios tienen en su plan de viabilidad números similares en cuanto a los presupuestos, dado que están basados en los precedentes históricos, por lo menos en lo que a los ingresos ordinarios se refiere. La diferencia entre los dos está, obviamente, en lo que se destina al pago de deuda, que en el caso del Deportivo será el veinte por ciento de los ingresos, sean los que sean, mientras que en el caso de Hacienda, es una cantidad prefijada que varía algo cada año, pero que siempre ronda el tercio de los ingresos. Por ejemplo, para la temporada 2017/18, el dinero destinado al pago de deuda es de unos 10.300.000 euros de un total de ingresos de 32.500.000. Con este escenario, en el mismo año Lendoiro tiene previsto gastar casi 16 millones en plantilla de los 32 que pretende ingresar. Ya en la temporada 2010/11, el Deportivo gastó en su plantilla deportiva casi 19 millones de los alrededor de 40 que se ingresaron esa temporada incluyendo traspaso de jugadores. En Hacienda se entiende que el club no debe dedicar el cincuenta por ciento de sus ingresos al pago de jugadores como cuando no se estaba en concurso. Por eso, en las cuentas del fisco, el Dépor gastará en plantilla alrededor de una tercera parte del dinero que genere.

¿Quién debe llevar el control del convenio?

Lendoiro propone que la comisión de seguimiento la formen la Liga, la AFE y el Deportivo. Es decir, deja fuera a los acreedores. Una vez más, Lendoiro no quiere someterse al control de alguien ajeno al mundo del fútbol, porque, precisamente al amparo del mundo del fútbol, ha podido incumplir leyes y compromisos varios. Hacienda propone que la comisión la integren acreedores. Su plan es que el club esté intervenido y que los gastos más importantes sean aprobados por la citada comisión.