«No queremos sentir más vergüenza», afirma la federación en un comunicado
06 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La Federación de Peñas del Deportivo ha dado un sorprendente e insólito paso al frente ante la delicada situación que vive el Deportivo. La agrupación que preside Miguel Otero emitió ayer un comunicado en el que carga contra los jugadores, señalándolos como los máximos responsables de la pésima temporada.
Con términos como rabia, indignación, bochornoso o falta de respeto, los aficionados recuerdan a la plantila que «el Real Club Deportivo de La Coruña es una entidad deportiva de 106 años de vida» y exigen que «el que venga a trabajar a nuestro club, sea consciente de lo que representa la afición del Dépor, que defienda la camiseta con raza y orgullo porque no queremos sentir más vergüenza».
En un duro comunicado en el que evitan citar a Lendoiro en el reparto de culpas, los peñistas ponen en el punto de mira a los jugadores.
«La afición no vive de proyectos, sino de realidades como es la de adquirir su abono (aun en la situación económica en la que vivimos), acudir al estadio, realizar desplazamientos muy costosos debido a la situación geográfica, animar a su equipo y desear con ilusión a que llegue el próximo partido para disfrutarlo y no para ver la siguiente derrota como nos estáis acostumbrando a ver», reprochan a la plantilla.
Punto de inflexión
Llegados a este punto, la federación asegura que la afición quiere ser optimista y que confía en que «la actual situación de colistas se transforme en un equipo que lucha y se entrega». Y pide una reflexión generalizada a «club, jugadores y cuerpo técnico» para que «sea este el punto de inflexión que nos haga a todos remar en la misma dirección, que el equipo nos haga estar orgullosos de ellos, que la afición siga respondiendo como lo ha hecho hasta ahora y que pronto vuelvan las alegrías que hace no tanto tiempo merodeaban y se hacían sentir en nuestros corazones».
Finaliza el comunicado de la agrupación de peñas con un claro mensaje: «La afición exige el máximo compromiso, hechos y no promesas, pero por encima de todo defenderemos con uñas y dientes nuestros colores».
Concentraciones
Este escrito llega pocas horas después de que el pasado lunes un grupo de hinchas se enzarzara en una disputa dialéctica con un miembro del cuerpo técnico y algunos jugadores. Estos seguidores acudieron al entrenamiento de Abegondo y, a la retirada de los futbolistas y entrenadores, increparon a unos y animaron a otros.
En ese momento, José Sambade, el preparador de porteros, trató de hablar con ellos alegando que se sentía dolido porque pudieran haber dudado de su profesionalidad.
En esta disputa también participaron un fisioterapeuta y Carlos Marchena, que trató de calmar los ánimos por ambas partes.
Minutos después, otro grupo de aficionados se personó en las inmediaciones de la sede del Deportivo, en la plaza de Pontevedra, criticando la política de fichajes realizada por Lendoiro y pidiendo responsabilidades al máximo dirigente blanquiazul.
Estas tensiones llegan con el Deportivo último en la Liga, a cinco puntos de la salvación, y con el club en concurso de acreedores con una deuda reconocida de 93 millones de euros, que diferentes fuentes sitúan por encima de esta cifra. La delicada situación institucional ha provocado que los jugadores lleven meses sin cobrar su sueldo reducido. Algunos de los que más tiempo llevan en el club arrastrando incluso deudas de hace varias temporadas.