Oscars 2015: Y el premio al mejor discurso es para...

La Voz REDACCIÓN

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Aunque la mayor ovación de la noche se la llevó Patricia Arquette junto con John Legend y Common, que estos galardones iban a ser muy reivindicativos quedó claro desde la alfombra roja

03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.

Desde que se anunciaron las nominaciones de los Oscars, todo apuntaba a que la gala de este domingo no iba a rondar por los mismos derroteros de siempre. Pocas horas después de conocerse entre quienes se iba a repartir la gloria, las redes sociales clamaron contra la Academia de Hollywood tachándola de machista y xenófoba. Y tenían razón: los números y la historia avalaban al universo tuitero.

Que este año no hubiese ninguna mujer nominada como mejor directora refrendo una tendencia que lleva siendo habitual desde siempre. En toda la historia de los Oscars, en 86 años solo una mujer ha logrado este galardón: Kathry Bigelow en el año 2010. Desde entonces, ninguna otra directora ha sido nominada. Tampoco es que haya muchas. A parte de la cineasta de En Tierra Hostil, solo otras tres mujeres han optado a este premio: Lina Wertmüller por Pasqualino Settebellezze (1976), Jane Campion por The Piano (1993) y Sofia Coppola por Lost in Translation (2003).

Quizás ante estos datos, Patricia Arquette no lo dudó a la hora de escribir de su discurso. La actriz de Boyhood, que subió a recoger su Oscar como mejor actriz de reparto, fue la primera en levantar al patio de butacas con unas palabras por la igualdad de derechos para la mujer. «A todas las mujeres que han dado a luz, pagan sus impuestos y son ciudadanas de esta nación, hemos luchado por los derechos de todos los demás», indicó intérprete que añadió de forma apasionada que «es el momento de tener el mismo salario (que los hombres) y los mismos derechos para las mujeres en Estados Unidos». Para la historia quedará su alocución, pero también la gran ovación de sus compañeras de profesión, sobre todo de una entregada Meryl Streep levantándose para aplaudir y de Jennifer López.

Reese Witherspoon
Reese Witherspoon LUCAS JACKSON | REUTERS

En realidad, estas palabras no tuvieron porque coger por sorpresa a nadie. Las reivindicaciones femeninas no eran nuevas en los Oscars 2015. Ya en la alfombra roja, muchas se posicionaron al lado de la campaña #AskHerMore creada en las redes sociales por Reese Witherspoon para dejar claro que la cita más importante del cine es mucho más que una pasarela de modelos. La nominada a mejor actriz por su papel en Wild aseguró sobre el tapete a la entrada del teatro Dolby que «no solo somos vestidos». Antes, en Instagram, explicaba que «como a muchos de vosotros, también me encantan los Oscars y la moda. Pero hay tantas nominadas sorprendentes y con tanto talento este año... escuchemos sus historias». En realidad, la campaña no era nueva. Todo empezó en los Premios Sag cuando Cate Blanchett cortó a un cámara que le estaba haciendo un barrido de pies a cabeza. Sin pelos en la lengua, se agachó para meterse en plano y le espetó un «¿le haces esto también a los hombres?».

Common y John Legend
Common y John Legend LUCY NICHOLSON | REUTERS

No terminaron aquí las reivindicaciones. Tras la ración de feminismo, le tocó el turno a los actores negros. Con la losa de que todos los intérpretes nominados son blancos, tanto en la categoría de protagonista como en la de secundario, solo les quedaba una posibilidad: las dos nominaciones de Selma, la crónica histórica de la marcha de Martin Luther King en Alabama. Considerando que la de mejor película estaba muy complicada, la de mejor canción original era su mejor baza. Y la aprovecharon.

Primero, Common y John Legend fueron capaces de sacarle lagrimas a medio patio butacas con su interpretación de Glory. Poco después, ambos subieron a recoger el Oscar a mejor canción. El rapero no dudó en cómo quería enfocar su discurso e hizo alusión al puente de la localidad de Selma que Martin Luther King recorrió durante su célebre marcha contra la discriminación racial. «Ese puente fue un símbolo de una nación dividida, pero ahora es el símbolo del cambio. El espíritu de este puente trasciende la raza, el género, la religión, la orientación sexual y el estatus social. Este puente se construyó sobre esperanza, se soldó con compasión y se elevó con el amor de todos los seres humanos», aseguró Common que también reivindicó que «hay más hombres negros en correccionales hoy en Estados Unidos que en 1950». «¡Selma es ahora!», concluyó con todo el auditorio en pie.

Graham Moore con Benedict Cumberbatch
Graham Moore con Benedict Cumberbatch MIKE BLAKE | REUTERS

No fue la última vez que los asistentes se tuvieron que levantar para aplaudir un discurso. Cuando Graham Moore subió a recoger su Oscar por el mejor guión adaptado por Descifrando el Enigma -basado en el libro de Andrew Hodges-, pocos se esperaban otra de las alocuciones de la noche. «Traté de suicidarme con 16 años y ahora estoy aquí. Quiero aprovechar este momento para dirigirme a ese niño ahí afuera que siente que no encaja en ninguna parte. Sí encajas. Sigue siendo raro. Sigue siendo diferente, y entonces, cuando sea tu turno y estés en mi lugar, pasa el mensaje», aseguró con todo el público en pie.

Dirk Wilutzky, Laura Poitras, Glenn Greenwald, Lindsay Mills y Mathilde Bonnefoy en el momento en el que recogen el Óscar al Mejor Documental por «Citizenfour»
Dirk Wilutzky, Laura Poitras, Glenn Greenwald, Lindsay Mills y Mathilde Bonnefoy en el momento en el que recogen el Óscar al Mejor Documental por «Citizenfour» MARK SUBAN / AMPAS | EFE

También el presidente Obama estuvo en la diana cuando Laura Poitras recogió la estatuilla por mejor documental por CitizenFour, basado en Edward Snowden y sus filtraciones del 2013 sobre los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional. «Lo revelado no sólo expone una amenaza a la privacidad, sino a la democracia misma. Gracias a ti, Edward Snowden, por tu valentía», denunció la cineasta. Tras terminar su discurso, Neil Patrick Harris le explicó, socarrón, a la audiencia que «Edward Snowden, el objeto del documental, no pudo estar aquí por alguna razón».

González Iñárritu
González Iñárritu ARMANDO ARORIZO | EFE

Derechos de las mujeres, de los negros, de los homosexuales, y González Iñárritu también llevó a los Oscars la ración de política inmigratoria. El director mexicano quiso dedicar, con algunas palabras en español, el galardón de Birdman como mejor película -y una de las triunfadoras de la noche junto en El Gran Hotel Budapest que logró el mismo número de estatuillas pero en categorías inferiores- a sus compatriotas, a un lado y al otro de la frontera estadounidense. «A los que viven en México, rezo por que podamos construir el Gobierno que nos merecemos. Y quienes viven en este país (EE.UU.), rezo por que sean tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que vinieron anteriormente y construyeron esta increíble nación de inmigrantes», admitió después de escuchar, a modo broma, a Sean Pean presentando el premio con un «¿Quién le dio a este cabrón la tarjeta de residencia?».

Minutos antes, González Iñárritu dejaba otras palabras, aunque por otros derroteros, para la historia al subir a recoger su premio como mejor director. «Hoy llevo puestos los auténticos calzoncillos de Michael Keaton. Me aprietan y huelen fatal. Es increíble esto de hablar de esa cosita llamada ego. El ego adora la competición porque para que alguien gane, alguien tiene que perder, y la paradoja es que el verdadero arte, la verdadera expresión individual y todo el trabajo de esos increíbles cineastas no puede ser comparado, etiquetado o derrotado, porque nuestro trabajo sólo será juzgado por el tiempo», explicó el cineasta que se fue a casa cargado con tres hombrecillos dorados.

Julianne Moore con Emma Stone
Julianne Moore con Emma Stone MARIO ANZUONI | REUTERS

Los que también quisieron ser reinvidicativos con sus discursos fueron los dos protagonistas que se llevaron la estatuilla a casa. Julianne Moore, mejor actriz por Siempre Alice, aseguró que estaba muy contenta por «haber podido hablar sobre el alzhéimer» y también le agradeció a la Academia el galardón ya que «leí un artículo en que se decía que uno vive cinco años cuando se gana un Oscar. Si eso es cierto, quiero agradecérselo profundamente a la Academia, pues mi marido es más joven que yo».

Eddie Redmayne
Eddie Redmayne MIKE BLAKE | REUTERS

Eddie Redmayne, extremadamente nervioso y emocionado al subir a recoger el premio, aseguró que era un hombre muy afortunado pero que el premio a mejor actor por su trabajo en La Teoría del Todo -basado en la novela de la mujer de Stephen Hawking- pertenece «a toda la gente que lucha contra el ELA en todo el mundo. Seré su guardián y os prometo que lustraré la estatuilla». «Durante la preparación del papel conocí a mucha gente que combate la enfermedad y a sus familias que luchan con ellos y el coraje, la valentía y el ánimo del que fui testigo me impresionó», explicó, terminando su discurso con unas palabras para su mujer a la que le dijo desde el escenario que el Oscar iba a quedar muy bien en su nueva casa.

J.K. Simmons mientras le grababan su Oscar
J.K. Simmons mientras le grababan su Oscar MARIO ANZUONI | REUTERS

Horas antes, J.K. Simmons, el primero en subir a recoger el Oscar como mejor actor de reparto por Whiplash, ya adelantaba que no iba a ser dedicatorias a la vieja usanza, con menciones a toda la familia. «Decidles a vuestros padres que les queréis y mostraros agradecidos y escuchadles siempre y cuando ellos quieran hablar con vosotros», aseguró el intérprete.

Pawel Pawlikowski
Pawel Pawlikowski LUCY NICHOLSON | REUTERS

El que no lo pasó tan bien al subir al escenario fue Pawel Pawlikowski. Tras hacerse con el Oscar a la mejor película extranjera por Ida, el cineasta tuvo que darse prisa, mucha prisa, para poder terminar sus agradecimientos por encima de la música de la orquesta.«Hicimos una película sobre el silencio y el retirarse del mundo y la contemplación, y aquí estamos, en el epicentro del ruido y la atención mediática. Fantástico, ¿verdad? La vida está llena de sorpresas», aseguró el director que se llevó, sin duda, el aplauso por la alocución más veloz.  

*Todas estas películas, y más, triunfadoras (o no) en los Oscars se pueden encontrar en El Corte Inglés