Una exposición homenajea la elegancia y feminidad de la década dorada de la alta costura

Efe

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El museo acoge desde el 22 de septiembre hasta el 6 de enero un centenar de vestidos de la también conocida como década de Dior.

19 sep 2007 . Actualizado a las 18:53 h.

Cuando se cumplen sesenta años del inicio del movimiento bautizado como «New Look», el Victoria & Albert (V&A) de Londres homenajea la elegancia y feminidad de la «época de oro» de la alta costura, una década protagonizada por Christian Dior, que puso fin a la austeridad de la moda de la inmediata posguerra.

Desde los hombros torneados, cintura fina y falda amplia de los primeros modelos de Dior hasta las formas perfectamente estructuradas del español Cristóbal Balenciaga, la exposición cuenta con trajes de grandes nombres de algunos de sus contemporáneos, como los parisinos Hubert de Givenchy y Pierre Balmain, o los londinenses Norman Hartnell y Hardy Amies.

Bajo el título «La época dorada de la alta costura: París y Londres 1947-1957», el museo acoge desde el 22 de septiembre hasta el 6 de enero un centenar de vestidos de la también conocida como década de Dior, cuando «las chicas podían confiar en que tenían a su alcance todos los atuendos de princesa de cuento de hadas», según decía el mismo diseñador.

Finalizada la segunda Guerra Mundial y sin otros conflictos en el horizonte, los modistos desataron un mundo de extravagante lujo sin precedentes, que tuvo entre sus detractores a Stafford Cripps, el director de la Junta de Comercio británica, que insistió en que había que hacer caso omiso al «New Look» para no exponer a las mujeres a tentaciones de frivolidad.

«Fue una época en que brillaron grandes e imaginativos diseñadores, pero a su vez provocadora porque los trajes requerían grandes cantidades de tejido y Europa aún estaba recuperándose de la guerra», dijo hoy la comisaria de la exposición, Claire Wilcox.

Una capa azul de Givenchy de 1957, idéntica a la que lució Audrey Hepburn en la película «Una cara con ángel» (Funny Face), y un conjunto escarlata de chaqueta y falda de Dior, que durante décadas estuvo perdido y reapareció hace un año en un sótano de la parisina ribera del Sena, son algunas de las piezas destacadas.

Junto a este conjunto de 1954 de Dior, llamado Zemire y hasta ahora conocido sólo por fotografías, también se exhiben los vestidos que lucieron las duquesas de Windsor y de Devonshire, la bailarina Margot Fonteyn, la princesa Margarita y la misma Reina de Inglaterra.

Pero ni la alta costura brilló sólo por sus vestidos ni la exposición se limita a modelos de día, trajes de cóctel o vestidos de noche realizados para la alta sociedad de hace sesenta años.

Zapatos de Roger Vivier, sombreros, lencería, joyería y perfumes completan una exposición que también explica las técnicas de la alta costura, cuenta con vídeos y grabaciones radiofónicas de la época y fotografías de Cecil Beaton y Richard Avedon.

En una década en la que Dior irrumpió con un estilo que influiría en la moda femenina hasta hoy, la muestra expone cómo el francés creó el modelo de negocio de moda con más éxito del siglo XX: producía 12.000 vestidos al año, invertía en publicidad y apostaba por el lanzamiento de una línea de perfumes.

Fue el mismo diseñador el que bautizó aquellos años como «la época dorada» y el que mejor reflejó ese sentimiento de orgullo que recorrió la alta costura parisina de la época, cuando la capital francesa disfrutó de su nombre en todo el mundo de la moda.

Dando un salto en el tiempo, la exposición concluye con los modelos de la colección 2005-2006 de John Galliano para Dior, en los que el diseñador gibraltareño incorpora bordados y acabados artesanales en un claro tributo al creador de una de las casas de alta costura de fama indiscutiblemente mundial.

«Es la glorificación total de la forma femenina», afirmó el modista londinense John Cavanegh, al presenciar la New Look, la colección más preciada de Dior.