Para los asiduos de este negocio familiar, que ahora regenta Juan Carlos Ruanova Calvo, hay dos citas obligadas durante la semana: los callos de los jueves y la empanada que se ofrece los viernes. Y, para terminar, ofrece postres caseros, con el flan casero de huevo y el flan casero de queso como estrellas.
La marca de la casa es, como explicamos, la cocina tradicional y Juan Carlos Ruanova, su actual responsable, no quiere oír hablar de cambios. «O modelo funciona e pensamos seguir así», dice con rotundidad. La casa de comidas El Puente quiere que las recetas de la abuela para la merluza y el abadejo a la gallega, junto con el pulpo y los mariscos, se mantengan como la mejor carta de presentación en el siglo XXI.