Los indicios que revelan que lo de «El Hormiguero» y «La Revuelta» llevaba pasando meses: Najwa Nimri, Mario Casas y los problemas para encontrar invitados
TELEVISIÓN
La batalla entre los programas de Pablo Motos y David Broncano podría haber sido un juego limpio por la competencia, pero varias señales desde el paso a la televisión pública apuntan a métodos desleales desde el principio
23 nov 2024 . Actualizado a las 17:22 h.Ahora sí. David Broncano le ha declarado la guerra de forma abierta a Pablo Motos. Tras meses, incluso años, aguantando en silencio, o conformándose con pequeñas chanzas como fútil consolación, el presentador de La Revuelta no ha podido más y ha revelado las malas artes de El Hormiguero para obstaculizar el trabajo de su competencia a través de las presiones sobre los invitados. Pero no es nada nuevo, y lo cierto es que varios invitados ya habían dado pistas de lo que estaba pasando. Había más indicios, como la espantada de varios entrevistados que obligaron al programa a buscar una alternativa aprisa y corriendo. Ahora, Broncano ha dicho «basta ya». Porque no vale todo.
La gota que ha colmado el vaso sucedió este jueves con el campeón mundial de MotoGP, Jorge Martín, ya en el camerino. Estaba preparado para la entrevista con el presentador del programa de La 1. Pero el piloto había cometido horas antes «un desliz» que lo precipitó todo. Publicó en sus redes sociales que esa misma tarde acudiría a La Revuelta como entrevistado. Error. Los teléfonos no tardaron en sonar. Apenas media hora antes de salir a plató, Martín le informaba a Broncano que no iba a ser posible hacer una entrevista que se pudiese emitir ese mismo día. No podía salir en el programa de La 1 antes de acudir a El Hormiguero, una visita prevista para la próxima semana. «Ellos no quieren que nadie venga aquí antes que allí», lamentó Broncano ante un público perplejo. Y ya no había tiempo para buscar reemplazo.
Pero no es nada nuevo. El presentador detalló que este tipo de comportamiento por parte del programa de la competencia «lleva pasando años», cuando aún estaban en Movistar+, se llamaban La Resistencia y no eran aún un rival directo de Motos. Fuentes del programa lo confirman a La Voz: «Que se nos caiga un invitado por esta razón pasa habitualmente. Le cuentan a alguien cercano que van a venir, El Hormiguero se acaba enterando y hay una llamada para que vayan antes allí o que se atengan a las consecuencias». Aunque normalmente ese cambio se hace con algo más de margen, varias horas o incluso días antes. Pero esta vez han ido demasiado lejos. «Se ha cargado nuestro trabajo de hoy», criticó Broncano. Y Yolanda, una realizadora del programa, visiblemente molesta, le dio la razón. «Este se cree que su tiempo es más valioso que el nuestro, y no me da la gana», clamó refiriéndose a Pablo Motos.
«Tienen sus formas de presionar para hacer estas cosas», reveló Broncano sobre los debatibles métodos usados para conseguir la primera entrevista de ciertos personajes públicos. De ser ciertos, estaríamos hablando de un comportamiento mafioso por parte de los responsables de El Hormiguero. De un caciquismo catódico que utiliza las malas artes coercitivas para asegurarse el servilismo de las estrellas mediáticas. Pero, ¿cómo consigue el programa de Pablo Motos convertir a los famosísimos invitados en súbditos amedrentados? Algunos comentarios, insinuaciones y actitudes por parte de algunos invitados y del programa pueden darnos alguna pista de que todo esto era un secreto a plena luz.
Nawja Nimri, vetada
La primera invitada que abrió la caja de Pandora al respecto fue Najwa Nimri, nada más estrenarse La Revuelta en La 1. Fue en su segundo programa, y ahí la actriz ya llegaba con la espada en alto contra el espacio de las hormigas. «Estás a esto de barrerle», decía la vasca, como relamiéndose en los datos de audiencia de Broncano y ante el nerviosismo que se intuía desde la competencia. También avanzó ya uno de los métodos de presión por parte de El Hormiguero. «Ahí no me llevan, estoy vetada». Y no por nada grave. «Supongo que por no haber querido ir la primera vez», dedujo.
No es ninguna sorpresa, por tanto, que Najwa Nimri haya sido de las primeras en dejar su apoyo a Broncano tras destaparse el pastel de esta competencia casi desleal. No le hizo falta nada más que un esclarecedor emoji, un ciervo macho, en referencia al documental de animales que se emitió en lugar de la entrevista a Jorge Martín.
Sustituciones de última hora
El de Jorge Martín fue el caso más flagrante de un invitado que tuvo que abandonar su participación pactada en La Revuelta en el último momento. Porque, además, ya no dejaba margen a la improvisación, ya que el piloto estaba en el camerino y solo faltaba media hora para su salida. Pero no fue la única vez que al programa de Broncano se le cayó un invitado.
Ya en la primera semana de emisión, el programa alertaba de un problema similar. A falta de dos horas para grabar su cuarto episodio, no tenían entrevistado. Tirando de contactos, consiguieron que se acercara al teatro de Gran Vía el cómico y amigo Raúl Cimas. «No era la primera opción», dijo con gracia Broncano, revelando lo habían intentado con Anne Igartiburu, Jordi Hurtado y hasta «al padre de Lamine Yamal», como pulla hacia El Hormiguero, que había llevado al joven deportista el día antes como invitado.
Hace solo unas semanas, La Revuelta sufría un episodio similar. El lunes, 11 de noviembre, el programa lanzaba un aviso urgente en redes para buscar a alguien de última hora para ese mismo día. «Uno de los invitados que íbamos a entrevistar hoy no puede venir», clamaban, «contamos con poco tiempo para encontrar reemplazo, ¿hay alguien que sea así famoso o famosa y quiera o pueda venir hoy?». Al final tuvieron suerte, y horas después aparecía en el plató el delantero-centro del Zamora FC Pito Camacho.
Esas simplemente fueron las más llamativas, porque el tiempo apremiaba. Pero fuentes del programa confirman a La Voz que es más habitual de lo que el espectador percibe. Generalmente, porque, de algún modo, los invitados largan sin querer que van a acudir al programa de Broncano y desde El Hormiguero se enteran antes. «Ya están cerrados, pero reciben una llamada que les conmina a ir antes al programa de Motos o que, si no, que ellos verán», nos comentan.
La entrevista al jefe del departamento de invitados
Con todo esto se entiende mejor algo que sucedió en las primeras semanas del programa, y que pilló a todos con el pie cambiado. David Broncano decidió entrevistar, directamente, al jefe del departamento de invitados e invitadas, es decir, la persona que se encarga de buscar quién acude cada día. La elección vino porque el día anterior por la tarde, todavía no había cerrado ningún participante. Con esto ya se demostraba que la cosa ya estaba tensa en cuanto a la dificultad que tenían para encontrar invitados para La Revuelta.
«Fácilmente llevamos casi un mes, el 80 % de los días, y no es broma, que los invitados y las invitadas se cierran el mismo día por la mañana», le dijo Broncano. Resulta sin duda algo llamativo que el programa más visto del access prime time la mayoría de los días tuviese tantos problemas para conseguir gente. Y Fernando Delgado fue elegante. Ni echó balones fuera ni culpó directamente a nadie. «Querría hacer un llamamiento desde aquí a todos los coordinadores de invitados», deslizó, apelando al compañerismo en la profesión.
Y se refirió de refilón al robo de invitados, aunque sin nombrar a El Hormiguero. Lo hizo mencionando a que estaban en contacto con Oasis. «Ahora nos los van a intentar quitar, porque no creo que vengan y hagan muchas entrevistas en España», ironizó.
Invitados que no se anuncian en redes
Todo esto también ayuda a comprender uno de los grandes —y escasos— cambios de La Revuelta con respecto a La Resistencia. Desde su llegada a RTVE, Broncano y compañía han dejado de anunciar a sus invitados del día o la semana. Es cierto que ya en su programa en Movistar+ avisaban con muy poca antelación, muchas veces el propio día o el día anterior.
Ahora, ni eso. Los espectadores solo descubren quién es la persona entrevistada cuando entra al plató, al mismo tiempo que lo hace el público del teatro.
Solo unas pocas veces se sabe con antelación, pero porque se le escapa a los propios contertulios. Belén Esteban y María Patiño lo dijeron ellas mismas, porque a estas alturas los vetos ya no parecen preocuparles nada; y también a Jorge Martín pareció darle igual. Poco se imaginaba las consecuencias.
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Mario Casas destapa la susceptibilidad de «El Hormiguero»
El coruñés Mario Casas no es para nada un don nadie. Un actor de su caché no debería tener problemas para decidir a dónde ir. Pero parece que sí. El intérprete fue el pasado 7 de noviembre para presentar su película Escape, dirigida por Rodrigo Cortés. Un filme, para más inri, producido por la propia TVE. Pues ni así parecía posible acudir antes a la cadena pública. Lo primero fue ir a El Hormiguero. No vaya a ser. El gallego tenía evidentes ganas de contarlo, porque fue él quien hizo hincapié en eso.
Broncano le restó importancia. «A mí me da igual que la gente vaya antes allí que aquí, ¿eh?», le ayudó el presentador ante la reacción del público. «A ellos creo que no», le espetó Casas entre risas refiriéndose al programa de Motos.
Invitados cruzados: de Ana Mena a Belén Esteban
Mario Casas fue uno de esos famosos que pisó ambos platós esta temporada. Pero no fue, ni mucho menos el único. Casi invariablemente, como si fuese una norma escrita, el orden era siempre el mismo: primero iban con las hormigas, después con Broncano y compañía. Solo hubo una excepción: Belén Esteban. La Patrona confirmó que la primera llamada le había llegado por parte de El Hormiguero, pero ella, junto a María Patiño, tomaron la decisión —y, tal y como lo contaban, no había estado exenta de presión— de acudir primero a La Revuelta. No sin que los del otro lado intentaran evitarlo. Según explicaban el presentador y la princesa del pueblo, «no confirmaron su presencia hasta última hora» porque les habían «hecho otra oferta». Ese día el programa de La 1 fue líder indiscutible de audiencia. Y unas semanas después acudieron al programa de Motos.
Precisamente en ese mismo episodio acudió a La Revuelta alguien que había estado en las cábalas desde el principio: Ana Mena. Al parecer, según contó Broncano, había un fan de la cantante en la puerta del teatro que presionaba cada día para que llamasen a la cantante. El día que la malagueña acudió a El Hormiguero, desde el programa de Broncano avanzaban su deseo para el día siguiente. «A ver si mañana es posible, si nos da igual. Cuando sea», expresaron a través de un tuit, y añadieron una última coletilla que apuntaba ya a las tensiones entre programas: «Aquí no se veta a nadie y todos están invitados». El coordinador de invitados, de hecho, ya había deslizado el día antes que estaban en contacto con el equipo de la cantante «a diario». Justo al día siguiente de estar con Pablo Motos, casualmente la de Estepona pudo por fin acudir a La Revuelta.
Hubo más invitados que alternaron programas, siempre con Pablo Motos como primera opción. Fueron, entre otros, Havik Keuchkerian, Luis Tosar o Carmen Machi. Precisamente ella decidió acudir por primera vez en su vida a La Revuelta tras años yendo únicamente a El Hormiguero porque, según reveló, su padre, de 92 años, es un acérrimo seguidor de Broncano.