El domingo da mucho miedo

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

03 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Entiendo que lo de Cuarto Milenio es un fenómeno paranormal en televisión. Llevar nueve temporadas hablando de espíritus, ovnis y experiencias arrepiantes sin que te dé la risa tiene su aquel. Y aunque a algunos les entrará la carcajada, a mí eso de que el domingo por la noche, cuando te quedas sola en el salón con tu yogur, la voz de Iker Jiménez te sople a cada cucharada un fantasma... es como para salir corriendo. Porque te sugestionas y aunque no creas ni en tu propia sombra te entra esa fuerza aterradora de la soledad dominguera. Anteayer Iker contó, entre otras muchas cosas, que el alma pesa 21 gramos, que esa es la diferencia medible entre estar vivo y estar muerto y que en una casa llena de espíritus a una mujer le abrieron el gas sin otra explicación... que para ¡matarla! Claro que esto contado así no es lo mismo, hay que sentarse solo, en esa oscuridad que le pone él a todo y creer para ver. Porque solo así tiene sentido este programa, dejarse llevar por el placer de atemorizarte antes de que empiece la semana. Esa es una opción, la otra es cambiar a Telecinco y que te entre el auténtico pavor al ver a esos espíritus danzando vagamente por la isla. Yo, después de echarle el ojo a Iker, quise librarme del miedo dándole al mando y fue peor: se me apareció Mila berreando en primer plano con los ojos fuera de órbita. El domingo todo son fantasmas.