Ni Chicote, ni Chicota

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

20 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha conseguido enderezar a cocineros irreductibles y ha desinfectado cocinas con más diligencia que el musculoso Mr. Propper. Pero el pasado miércoles Chicote asestó su golpe más duro al desbaratar el acerbo cultural y gastronómico que atesoran las frases de madre. Mitos de los alimentos aplicó a la comida la tendencia de programas científicos y puso a prestigiosos investigadores a analizar milimétricamente algunas de las costumbres en la mesa. Su éxito de audiencia fue rotundo, a pesar de lo cual hoy no se emite la prometedora segunda parte anunciada por el chef, que desmitificará los superalimentos.

Chicote comprobó en el laboratorio cómo la ciencia desmontaba, una vez más, creencias atávicas. Calibró la cantidad exacta de vitamina C que arroja una naranja exprimida y puso en evidencia que, doce horas después, el jugo se mantiene incorrupto. El cocinero fue desmontando leyendas una tras otra, demostrando con datos la pobreza en hierro de lentejas y espinacas, la incapacidad de un vaso de leche para inducir el sueño y la inocuidad de las ostras como bocado afrodisíaco.

Pero el ingenio que habita en las redes sociales intuyó que no habrá CSIC capaz de mover el dogma de fe doméstico y acuñó nuevas frases de madre, como la de @YofuiaEGB: «Ni Chicote, ni Chicota, que te tomes el zumo rápido, que se le van las vitaminas».