Éxito ¿limitado? de «Allí abajo»

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez MOITO CONTO

TELEVISIÓN

13 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los productores de Allí abajo reniegan de su parecido con Ocho apellidos vascos. Pero es innegable que sin el éxito del filme, aún en la memoria de todos, y sin las excelentes críticas, de una unanimidad inusual, que la avalaron, la nueva serie (que explota el manido contraste entre vascos y andaluces) difícilmente hubiese arrollado en su estreno, hasta convertirse en el mejor debut de una ficción en la última década.

Antena 3 apostó con fuerza por la emisión y la jugada, oportunista pero maestra, le permitió resolver sus problemas con la comedia. Aún así, ¿se ha hecho justicia o su audiencia es desmedida? La historia, de impecable factura técnica, es entretenida, ligera, con escenas estudiadamente cómicas. Juega con el choque cultural, un ardid gastado pero eficaz. El gran reparto (a pesar del desdibujado Mariano Peña) y sus cuidados exteriores también respaldan a una serie que gana con el desarrollo.

Sin embargo, la ficción, a pesar de que apostaba por el matiz y no por la exageración, no rehuyó clichés forzados, ni diálogos fáciles e inverosímiles, un exceso que desdibuja otros deliciosos gags, de ácida crítica social, y puede desinflar una audiencia récord, máxime en un día de dura contraprogramación. El riesgo está en agotar el interés despertado, en pecar de previsible, en no asombrar con nada nuevo.