Siempre me ha dado mucho pudor ese momento pizarrita para que los famosos escriban la respuesta correcta. Será que me quedó grabada aquella abispa con b de burro que el jinete Luis Astolfi, amigo de la infanta, escribió en el Waku-waku para desolación de los espectadores. Será eso. Pero ya desde aquel Su media naranja, del maestro Jesús Puente, me produce escalofrío ese instante en el que el concursante revela (con v) su ortografía. Porque si la duda es normal, la falta de ingenio ante la duda causa perplejidad. Si uno no sabe cómo escribir cirugía (es el caso de Arturo en Mujeres y hombres y viceversa), pues que escriba operación, o intervención, o que se invente otra respuesta, pero que no provoque que el espectador esconda la cabeza entre las piernas. Pero la vergüenza ajena es eso, ajena, y nada se puede hacer ante ese «¿qué sabes de mi país, Rusia?» que hizo temblar a la aspirante a Miss España.
El jueves por la noche, los supervivientes nos dieron toda una lección escolar. Ante preguntas como «¿cuántos continentes hay?», «¿gira la Tierra alrededor del Sol o el Sol alrededor de la Tierra?», sacaron la pizarrita para regusto de Jorge Javier, que volvió a sacar audiencia de la ignorancia. Esa nueva forma de sobrevivir hoy.