Iñaki Gabilondo arroja la toalla

Irene Perezagua MADRID/COLPISA.

TELEVISIÓN

14 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Se va con «amargura» y con la sensación de que «una etapa ha terminado», pero también sabiéndose «un privilegiado» por haber podido dedicarse durante más de cuarenta años al oficio con el que soñaba desde pequeño. Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942) dice adiós a la primera fila. La fusión entre Telecinco y Cuatro ha dejado varias víctimas y entre ellas, se encuentra CNN+ y por consiguiente, Hoy , el informativo que conduce el presentador de 68 años desde hace diez meses. Ayer en un acto de la Fundación 1.º de Mayo de CC.OO. ?-en el que Gabilondo recogía el Premio a la Libertad de Expresión 2010-, el veterano periodista anunciaba lo que ya era un secreto a voces. «Este no es un premio más. Va a figurar en mi vida en un rincón especial porque llega en un día que no es como los demás. Cuando termine este acto tengo que ir a mi empresa a encontrarme con mis compañeros. Los mismos que dentro de unos días van a perder el trabajo, al igual que me va a pasar a mí», explicó Gabilondo, que dijo sentirse «triste» y «apenado» por el porvenir de la gente con la que ha estado trabajando codo con codo durante los últimos meses. Su programa ( Hoy ), un noticiario que da cabida al análisis y al debate, tiene contados los días. El 31 de diciembre CNN+ echará el cierre y con ella el futuro de muchos profesionales quedará en el aire. «Tengo la melancolía de quien cree estar acabando su vida profesional», admitió en su discurso a la vez que desveló estar experimentando «una situación amarga». Nostalgia El que fue rey de las ondas de las mañanas con Hoy por hoy en la cadena Ser recordó, en un discurso salpicado por la nostalgia, sus años de esplendor en la radio. «Se han ido cumpliendo todos mis sueños. Es más -añadió- se han cumplido muy por encima de lo que yo nunca me hubiese atrevido a soñar». Tras 19 años transmitiendo sus impresiones a través de las ondas, el locutor sorprendía en el 2005 con su decisión de integrarse en Cuatro y pasar a conducir el informativo nocturno. Su objetivo, crear un noticiario de autor, pareció seducir en principio a sus fieles. Sus primeros programas registraron notables cuotas de audiencia (15%), pero pasados los meses, y conocida ya la fórmula, el programa se desinfló marcando dígitos bajos (6%). La estrategia resultó muy arriesgada. Lo reconoció él mismo en febrero cuando anunció su salida de Cuatro. «En ese formato me sentía encorsetado», reconoció, y tras cinco años lidiando en ese terreno recogía sus bártulos y aterrizaba en CNN+. Diez meses en antena Pero ahora, y tras diez meses al frente de un programa de tinte más analítico, se ve obligado a quitarse de en medio. «Cuando se consumó la fusión quedaba ya bastante señalado el futuro de CNN+», afirmó el periodista, que asegura no albergar «ninguna duda» de que finaliza su tiempo «como conductor de grandes programas». En sus palabras se trasluce pena a la vez que cierta inquietud, porque a partir del año que viene pisará terreno desconocido. Desde ahora su lugar estará más en los despachos, debido a su reciente nombramiento como consejero de la cadena Ser. Sin cámaras o micrófonos de por medio, seguirá trabajando con el mismo espíritu «hasta que tenga mil años». Mientras tanto, a la espera del cierre definitivo del canal el próximo 31 de diciembre, se mantiene la sombra de la duda sobre el futuro de los demás empleados de CNN+. Ana García Siñeriz, José María Calleja o Antonio San José son otros de los profesionales de renombre que se quedan sin trabajo tras la estrategia adoptada por Prisa, aunque entre los planes de la empresa estaría la opción de recolocar a sus profesionales en la agencia Atlas, propiedad de Telecinco.