El buen rollo del primer «late night» de Cuatro

Miguel Anxo Fernández

TELEVISIÓN

Santi Millán no logra superar en número de espectadores a Buenafuente en su estreno

14 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una cosa estaba clara, Santi Millán no podía inventar nada nuevo porque en cuanto al formato late night , está (casi) todo visto. Pero si puede poner ese casi y lo intentó en su debut sobre el argumento que mejor funciona en esa franja, mucho humor con algo de picante, música y buen rollo.

Lo hizo Sardá durante un tiempo en Crónicas marcianas (Telecinco) hasta que la olla le dijo adiós y pasó a chapotear en barrizales que acabaron convirtiendo a su espacio en cloaca del todo vale. Llegó entonces Buenafuente (primero en Antena 3 y ahora en La Sexta) y se lo merendó literalmente, porque Andreu es algo más que un presentador y conoce bien los límites del buen gusto sin renunciar a la golfería y a la provocación, ambas cosas compatibles, sobre todo en esa hora.

Si algo de riesgo tiene ¡ Uau! está en Buenafuente, el único late night que resiste en las generalistas españolas, cuando las privadas parecen haberse empeñado en cocinarse corazón marrón y comérselo de mil maneras a lo Sálvame y Dónde estás corazón , todas ellas indigestas. Millán tendría como alternativa más fácil encandilar al target de Cuatro, intentando arañar algo al resto de cadenas e incluso cautivando a quienes encuentren a Buenafuente un clásico al que quizá le vendría bien un descanso.

Por si acaso, Millán pidió a su amigo Andreu que protagonizara el gag previo a los créditos de ¡ Uau! , en el papel de un psiquiatra que atiende al angustiado debutante. En la línea de ese buen rollo en el que insiste Millán. En pocas semanas sabremos en qué ha quedado todo si la audiencia de la noche admite el juego del ring televisivo con dos contrincantes. El primer asalto lo ganó Buenafuente, que tuvo un 500.000 espectadores frente a los 361.000 de Millán. Pero la victoria a los puntos no está permitida. Ganará el k.o. Al margen de los colaboradores con secciones fijas que ofertará Millán de lunes a jueves, muchos de ellos fogueados antes en TV3, el principal atractivo será, como de costumbre, la entrevista a un invitado. Para abrir, Millán eligió a la encumbrada Pilar Rubio, ya con tablas suficientes para torear miuras, pero así a todo no llegaron al nivel esperado. Demasiada corrección trufada de puyas con pimienta, sin más. Fue quizá el propio Santi Millán quien ofreció lo mejor de la noche, un chusco (aunque honesto) estriptís, suficiente para desmitificarse ante el espectador como un cuerpo cinco, alérgico al gimnasio.

Habrá que aguardar a los próximos días. ¡ Uau! empezó metiéndose en el bote al público del plató regalándoles a todos un crucero por el Mediterráneo? En fin, más buen rollo.

Ahora bien, si Cuatro, que protege al nuevo espacio arrimándolo a su exitoso Callejeros , le adelanta una horita a Millán, le permitirá librarse del aliento en el cogote de Buenafuente, subirá audiencia y evitará la competencia con su rival y sin embargo amigo.