La vieja fórmula de Javier Sardá no funciona

TELEVISIÓN

30 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Regresó con todos los honores y se despidió con un comunicado. El nuevo proyecto de Sardá, La tribu, no ha cuajado después de seis semanas en antena en dos franjas diferentes de Telecinco.

El programa no nació con buen pie. El diciembre comenzó a tomar forma su vuelta tras el divertimento de Dutifrí . Pero se evidenciaron las grandes y graves diferencias entre dos de los históricos directivos de su productora de toda la vida, Gestmusic, con el consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile. Sardá llegó a anunciar su renuncia porque la tensión le impedía continuar. Fue un mal precedente. Las aguas volvieron a su cauce y Sardá ponía fecha a su regreso en el programa radiofónico de su antiguo colaborador, Javier Cárdenas.

El pasado 17 de abril se estrenaba La tribu en horario de máxima audiencia en las noches de los viernes de Telecinco. Sardá tenía de aliados a Mercedes Milá, Boris Izaguirre y Carlos Latre, en un programa sin un perfil definido, que arrancó con una entrevista en un simulador con la ya entonces ex ministra Magdalena Álvarez. La tribu aguantó en su primera entrega, pero pinchó en la segunda. La brecha abierta por la audiencia fue todavía más profunda cuando Milá anunciaba el abandono del barco, al ver la peligrosa deriva que tomaba. Algunas interpretaciones también apuntaban a las diferencias de los dos comunicadores sobre la orientación del programa. La tribu solo aguantó otro viernes más y pasó a la madrugada de los martes, a la franja horaria donde Sardá había encontrado la gloria televisiva.

Pero el efecto revival no funcionó. La tribu quería ser algo nuevo, pero sonaba a viejo y la influencia de Crónicas marcianas era cada vez más evidente. Aguantó el tirón, mejoró discretamente sus resultados, pero estos estaban muy alejados de los espectaculares registros de otros tiempos. Un breve comunicado conjunto de la cadena y el comunicador puso el punto y final al proyecto. Sardá se va y Telecinco quema una de sus más preciadas naves en tiempos de crisis de audiencia.