Galicia no tiene suerte con Van

Ángel Varela

TELEVISIÓN

El irlandés ofreció una actuación en Santiago sólo correcta y que estuvo marcada por el abuso de los arreglos «country» y el aroma del rock de los cincuenta

19 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Galicia no tiene suerte con un músico que ayer no estuvo a la altura del mito. El concierto de Santiago era una deuda pendiente después de la anulación de un recital en el 2003 debido a la lluvia. Van Morrison ya había dejado un poso de frustración en su visita del 2000 al Coliseo coruñés junto a la banda de Linda Gail Lewis para presentar uno de los discos más flojos de su carrera. El problema de ese concierto fue un repertorio marcado por el country y el rock norteamericano de los cincuenta, dos características sonoras que ayer volvieron a deslucir un repertorio que brilla cuando el soul y el rythm and blues son los que mandan en la dirección musical del irlandés. La steel-guitar y el violín fueron los dos instrumentos protagonistas de un grupo al que se le echó en falta una sección de viento que dotará de nervio a un repertorio en el que a pesar de que sonaron clásicos de Van Morrison como Days Like These, Gloria o Bright Side Of the Road no alcanzó los momentos mágicos al que un genio de su trayectoria hay que exigirle. Cualquiera que haya visto al León de Belfast en giras, por ejemplo, como la del 99 comprenderá que lo de ayer fuese una decepción. Una pena, sobre todo teniendo en cuenta que su voz lució perfecta y que el público estaba entregado. Van Morrison. Multiusos do Sar. Santiago, 19 de mayo. 4.500 espectadores.