Gibson mete la pata con los mayas

María Signo CORRESPONSAL | ROMA

TELEVISIÓN

Cine | «Apocalypto»

07 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Francesco Rutelli, el ministro italiano de Bienes Culturales, desaconseja el filme a los menores e invitó a los 200 cines que proyectan Apocalypto, la última película de Mel Gibson, a impedir la entrada de jóvenes si no van acompañados. La publicidad del filme dice que Gibson «explora el mítico mundo de los Mayas», pero de esto hay bien poco en la película. Que nadie piense que el actor y director australiano le va a explicar el declive de una civilización. La historia es la tan manida del grupo de hombres violentos -¿por qué mayas y no australianos?- que va a la caza de víctimas para un sacrificio. La aldea de Pata de Jaguar sufre el ataque de los cazadores de hombres. Pata de Jaguar es el héroe, y por ello superará todas las dificultades: un sacrificio a los dioses del que se salva gracias al ya visto eclipse (Tintín y el templo del sol), flechas, cataratas, arenas movedizas y todo un compendio de la crueldad humana. La sangre no falta ya desde la primera escena. Sangre y muertes en las que el director se recrea. Tampoco los actores, si exceptuamos al protagonista y a su mujer, son muy atractivos. Además de los tatuajes y los pírsines, el espectador termina por suplicar la presencia de un dentista. Si Gibson ha querido ser realista en la puesta en escena, no lo ha sido tanto en el guión, que a veces hace agua. Ni en la documentación histórica donde los errores son de bulto. La película transcurre en 1512, cuando los españoles llegan con sus barcos. La civilización maya había desaparecido seis siglos antes. Los expertos también han criticado el uso de la lengua maya moderna, muy elemental, así como los sacrificios, que los mayas no celebraban en masa. Gibson ha enfadado a los activistas mayas de México y Guatemala. Tampoco le ha gustado nada la película a Juan Catlett, director mexicano de Retorno a Aztlan, que acusa a Mel Gibson de plagio. Según dice, mandó una copia de su obra al mánager del actor, y varias escenas de Apocalypto son idénticas a las de su película. A pesar de todo, los cines italianos estaban llenos el pasado fin de semana. El público tiene curiosidad.