El intérprete de Ortigueira acaba de protagonizar una gira gallega con una orquesta de alumnos de los conservatorios
21 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.El joven barítono coruñés ha protagonizado estos días una gira por Ourense, Lugo, Ferrol y Pontevedra. Con una orquesta de estudiantes gallegos seleccionados entre los mejores alumnos de los conservatorios de la comunidad, acaba de interpretar los Rücker Lieder de Gustav Mahler, bajo la batuta de Maximino Zumalave. -¿Por qué cantante de ópera y no Bisbal, como mandan los tiempos? -No crecí en una familia de melómanos, pero estudié piano y estuve en varios coros, como el Follas Novas o el de la OSG. A raíz de mi participación en el de la Sinfónica, tuve la oportunidad de cantar unas Bodas de Fígaro. Ese primer contacto me deslumbró, y ya no puede parar. -Es cuando viene la decisión de estudiar canto, y se marcha a Vigo. -Sí, me matriculé en el Conservatorio de Vigo para estudiar con Teresa Novoa. Después me fui a Madrid para seguir en la Escuela Superior de Canto. -En los próximos meses cantará dos recitales en Italia, y el teatro de Génova ya le ha ofrecido varios papeles, tras una audición. ¿Hay que triunfar fuera para que te consideren en tu país? -Definitivamente sí, aunque yo no puedo quejarme de mi ciudad. Pero sí es cierto que en la mayoría de los teatros españoles nos miran de otra manera; prefieren siempre a los de fuera. -¿Cómo se ve dentro de unos años? -Creo que mi carrera se desarrollará principalmente en el ámbito de la ópera italiana, pero no quiero quedarme ahí. Me gusta pensar en mí no sólo como cantante, sino como músico. Me ocuparé también del Lied y del oratorio. -¿Qué le ha parecido el escándalo de Roberto Alagna en La Scala? -Creo que a Alagna le estuvo bien lo que le ocurrió en La Scala. No puedes ir a un teatro con tanta tradición con un papel que no te va. Una cosa es el disco, y otra, el directo. Alagna es más márketing que otra cosa.