10 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.
Intriga, espionaje y crímenes en Holanda en la Segunda Guerra Mundial es el tema elegido por el holandés Paul Verhoeven (director de Instinto básico) , para regresar a su país natal después de su triunfal paseo por Hollywood. La película, que presentó ayer en el Festival de Sitges, se titula Black Book , un trabajo brillante y muy entretenido en el que no caben los buenos absolutos ni los malos despreciables. Todo es ambiguo en esta historia de una cantante judía que se unirá a la resistencia holandesa, que le ordena que seduzca a un jefe de la Gestapo.