Reportaje | Nueva vida para un mito literario La inglesa Geraldine McCaughrean ha escrito la única secuela autorizada por los administradores de los derechos de Barrie
05 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.es el título de la nueva aventura de Peter Pan, el niño que se negó a crecer surgido de la imaginación del escritor inglés James Matthew Barrie (1870-1937). A su muerte, Barrie cedió los derechos de su personaje al hospital infantil de Great Ormond Street, en Londres, bajo la premisa de que la institución no revelase la cuantía de sus ingresos por vía literaria. Se supone que han sido estimables, porque el hospital ha ejercido su tutela sobre Peter Pan sin titubeos: no se han autorizado secuelas y ha administrado los derechos fílmicos de la creación. Pero el próximo año expiran estos privilegios y el hospital quiere retomar las historias de Peter Pan, antes de que quien lo desee pueda hacer su propia interpretación del personaje. El 5 de octubre será el lanzamiento mundial de Peter Pan in Scarlet -en España lo publicará Alfaguara-, una obra escrita por encargo por Geraldine McCaughrean, seleccionada entre decenas de autores de todo el mundo. McCaughrean, inglesa de 55 años, quizá sea una desconocida para los lectores en español, pero ha alumbrado más de 120 libros, y sus adaptaciones de La Odisea, Los Cuentos de Canterbury y Moby Dick , le han valido importantes premios, como el Whitbread. Secretismo A pesar del secretismo que rodea la nueva aventura -los afortunados que han visto las pruebas han tenido que firmar acuerdos de confidencialidad- hace unos días The New York Times aportó detalles sobre el argumento, una filtración que será investigada por el hospital de Great Ormond Street y la editorial norteamericana, Simon and Schuster. La narración se sitúa en 1926, veinte años después de que Barrie estrenase la pieza teatral en la que se dieron a conocer sus personajes. Varios de ellos han crecido, como Wendy, que ya es esposa y madre. Los sueños de regresar a la Tierra de Nunca Jamás, Neverland en el original inglés, les persiguen, pero, claro, para ello deberán volver a ser niños. McCaughrean ha prometido «pura aventura» y nada de «corrección política». Los primeros avances indican que Peter Pan no ha cambiado: egoísta y egocéntrico. Pero la autora no se ha dejado intimidar por la larga sombra de Barrie. «Me olvidé de que su fantasma pudiese estar echando un vistazo por encima de mi hombro. Me olvidé de preocuparme si a determinadas personas les gustaría lo que estaba escribiendo», declaró. Pero la autora sí se tuvo que ajustar a unas peticiones: los personajes principales, incluido el Capitán Garfio, debían aparecer en el libro. Aunque respetó las convenciones de la historia original, incorporó algunos cambios, como un mayor feminismo en la forma de pensar de Wendy: «No quería que fuese el tipo de mujer que está pendiente de cada palabra de Peter».