Entrevista | Teresa Viejo La periodista asegura que antes se pasaba «mucho tiempo en la cocina porque tenía un marido hambriento», pero no sabía comer, pues «no masticaba los alimentos»
08 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?sta medianoche, de la mano de Antena 3 y siguiendo el prestigioso método de Allen Carr, Teresa Viejo presentará un especial en directo en el que nos enseñará los recursos para disfrutar comiendo y, al mismo tiempo, perder peso. ?Dice Teresa Viejo (1,70 de estatura y 55 kilos) que somos lo que comemos y que ella, siguiendo los dictados de una vida sana, ha integrado la soja en su dieta habitual. -¿Qué es Teresa Viejo, además de soja? -Un porcentaje elevadísimo de agua y luego un mejunje de hormonas y neuronas. Eso somos, tú, yo y el resto de los humanos. Pero cuando hablo de que somos los que comemos me refiero a que hay que cuidar el cuerpo y escuchar las llamadas de atención que nos hace. Si nuestro cuerpo se queja, tenemos que ser lo suficientemente hábiles como para escucharlo y hacerle caso. Yo quiero ser una señora mayor ágil, y para lograrlo hay que cuidarse. -¿Comer bien cura? -Yo creo que sí. He tenido una gastritis endémica y he estado años y años sin saber cómo tratarla; hasta que mi médico que es un importante especialista en digestivo me dijo: «Teresa, mastica, porque, tal y como hablas y como te veo, ya sé cómo comes». Aprendí a masticar, a comer con orden y concierto y me dejó de doler el estómago. Creo que no nos enseñan a comer, del mismo modo que no nos enseñan a digerir las emociones; las emociones nos salen muchas veces por el estómago y otras por la boca. El ser humano nace sin estrategias y del mismo modo que aprende a andar debería aprender muchas otras cosas. -¿Se hace alguna concesión ante una mesa? -Todas; me encantan las patatas fritas, por ejemplo, y bueno, cuando tengo ganas me como una bolsa de patatas, pero no un ciento de ellas, como podía hacer antes de reconciliarme con mi cuerpo. -¿Hace ejercicio? -Sí, yoga. -¿Le ha costado mucho encontrar un equilibrio entre una vida estresada y una buena alimentación? -Estoy en ello, sobre todo porque antes no me sentía bien. Recuerdo que cuando llegué a 7 días 7 noches llevaba también la dirección de Interviú y había días que no podía más; tenía que andar todo el día con la pastilla para el estómago para poder ingerir algún alimento. -Supongo que pasa poco tiempo en la cocina. -Ahora muy poco; he sido muy cocinillas, daba más cenas en casa y además tenía un marido que era muy hambriento, eso te condiciona. Ahora cocino sólo para mí e intento preparar cosas sencillas y poco elaboradas. -¿Qué alimento es primordial para usted? -Las proteínas. Me muero por la carne de pollo, podría comer filetes de pollo continuamente, sobre todo si es de corral, y me gusta la pasta. -¿Tiene alguna parte de su cuerpo con la que no se lleve muy bien? -Antes tenía problemas con el estómago, ahora está controlado. En cuanto al físico, sabes qué pasa, que yo acepto muy bien mis miserias. He descubierto que a partir de los 40 la flacidez es un hecho, la celulitis aparece aunque estés muy delgada, pero no me preocupa. Simplemente me cuido y hago un poco más de ejercicio. -Hasta hace un año usted dirigió la revista «Interviú». ¿Es un medio en el que las mujeres salen infravaloradas? -No estoy de acuerdo con eso que dices. Se trataba de una revista masculina que tenía un rasgo identificador, que era una fotografía de una señora en portada, una fotografía erótica y bonita. Yo no tenía ningún inconveniente. Quienes aparecían en esas portadas eran mujeres que querían aparecer ahí, y mi objetivo y obsesión siempre fue que aparecieran tan guapas como si estuvieran fotografiándose para una revista de moda.